D ESPUES DE PENTECOSTES.
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bles los males del próximo ? ¿Nos mueven mucho
a-
lás–
ti mJ sus
miserias ~
¿Que parte tom::imos en
sus
adversi–
dades , qué gozo en
su
p rosp er idad~
Oigamos
lo
que no
experi nen
tamos si n'o con dema.,iada freqii encia : .¡que des–
pecho, qué envidia , qué ted io no sen t imos
a
vista de sus'
fe l¡ cidades
!
i Esto no es efec to de una secreta
antipa tía~
Qui en
insF i ra todos estos sen timientos
tan
pocos cristia–
nos en la
pas ion,
es la
in:!isposicion
de un corazon ma–
ligno. No se ama al próximo como se ama uno
a
sí
mis·
mo :
no se ama al próximo
~
hablemos como se
debe ,
se
le aborrece. De a qu í esa ind iférencia, esa insensibilidad, ese
disgu sto, esa dureza que
a
veces va hasta hacer que se
sienta un ,iozo maligno
a
vista
de
sus desgracias. De aquí
e
s pal abras duras, esos términos
ofensi~os ,
esas injudas
que el
Señor
condena
a
tan crueles suplicios.
i
Que
te
parece?
i
Se guarda bien este segundo mandamiento
tan semej ante .
al
primero: amarás
a
tu
próximo como
a
ti
mismo ? ¡Buen Dios! Si
alguno
se enoja contra su her–
mano , merece ser condenado por el tribunal del
juicio;
es decir,
a
una pena muy rigurosa. Si alguno. llama
a
su
hermano hombre de poco juicio, merece ser condenado
por e l tribunal del consejo ; es decir '
.a.
uno de los mas
terribles castigos. Si
el que
le ·dice fátuo
o
in
sensatom~rece
ser arrojado
a
las llamas ;
i
que deben
esper.atlos
murmuradores, los calumniadores, esas perso
nas que des–
pedazan la honra del próximo, que tiznan, que infaman
a
sus hermanos?
i
Ah, Señor,
a
quántos condenará la fal–
ta
de
caridad
!
·
·
.
PU N T O
S.
E!
G U N D O.
Considera
lo
que
dice
San
Juan:
el que. no
ama
a
su
hermano; es decir,
a
su próximo, está en estado de muer:..
te.
¡Oh ,
y
quántas personas vi ven en pecado
!
Sin duda
este estado de pecado es quien
hizo
decir
á
J esucristo,
que si al ofrecer tu don delante del altar te acuerdas que
tu hermano tiene alguna cosa contra ti ; esto es , si has
dado niotivo
a
tu hermano de enfada rse , si le qas cau–
sado alguna molestia, alg1:Jn d isgusto,
o
con tus palubras,
o
con tus acciones,
ó
con tu modo de portarte , debes
dexar tu
ofrenda delante del
altar '
e
ir
a
reconciliarte
Tom.
/7.
D 3
prj-