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DOMlNGO DIEZ Y NUEVE
mas negra de las ingrati'tudes se hiciéron indio-nos de él.
Sin
duda
que esta alegoría movió
a
la Jglesia
a
~leg ir
e
te
sal mo para el intróito de la. misa de este dia.
La epís to a
de
la misa
de
este dia es del capítulo quar–
to de la carta de
San
Pablo
a
los de Efeso. Deseaba en–
trafi blemente el santo apóstol la salvacion
y
la perfeccion
de aquella
recien ~
nacida Iglesia;
y
conociendo las necesi–
dades espirituales de aquellos nuevos fieles, los instruye
con el mayor cuidado en todos los misterios de fe,
y
en
los puntos mas esenciales de la moral cristiana.
Era Efeso una ciudad muy dada
a
la idolatrfa
ya
to–
do género de supersticiones, especialmente
a
la magia.
E_f.1
las Actas de los apóstoles vemos que San Pablo hizo
quemar en ella un solo. dia tantos libros má.{;icos,
ue su
valor importaba cincuenta mil den·arios. Los cinouenta mil
denarios hacen veinte
y
cinco mil libras francesas , no
excediend-0 el denario
a
diez sueldos
de
Francia, que es
el valor ordinario del denario romano
( una libra france–
sa equivale d una peseta ).
El libertinage era consiguiente
a
todas sus supersticiones: el vicio, la destemplanza y la
disolucion reynaban en ella con mas imperio que en
nin–
guna otra ciudad. Habia sido preciso curar el espíritu de
los efesios de sus errores,
y
el corazon de
la
corrupdon.
La gracia del
Señor
babia obrado este duplicado prodi–
gio por el ministerio de -San Pablo. Los efesios habían
abrazado la fe con mucha generosidad: la inocencia
y
el
fervor reynaban en aquella Iglesia sin embargo del mal
exemplo de los conciudadanos ,
y
de los artificios de los
. falsos doctores y de los falsos hermanos. Convenía fomen–
tar la devocion ,
y
renovar
a
menudo el espíritu de fer–
vor, el qual es como el alma de la virtud cristiana;
y
es–
to
es
lo que hace aquí el santo apóstol.
Renovámini spíritu mentis vestra?:
Renováos en espí–
ritu ,
y
revestíos del hombre nuevo, que fué criado
a
la semejanza de Dios en la verdadera justicia
y
en la ver–
dadera santidad. Todos los principios promPten mucho:
los primeros pasos siempre se dan con vigor; pero se
desmaya
y
se para en la carrera : es necesario hacer
m<7-
moria 'freqüentemente de los mismos objetos
y
tnotivos
que nos hiciéron entrar en
ella para que .la
continuemos.
Nada está
mas
sujeto
a
cansarse en
el
camino
de la
per-
fec-