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DESPUES DE PENTECOSTES.

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tera : si se sembró mal grano , no se puede coger sino zi–

zaña. Si solo hacemos obras de tinieblas , no podemos co–

ger sino corrupcion; pero si sembramos obras de espíri–

tu ; esto es, si vivimos segun el espíritu de Dios, cogeré–

mos

la

vida eterna.

Bonum autem faciéntes, non deficiámus:

Haciendo

y

obrando bien no desfallezcamos; porque si

no afioxamos en el bien obrar, continúa el apóstol,

a

su

tieafpo harémos la cosecha correspondiente. Durante esta

vida sembramos para la eternidad : en la muerte es pro·

piam~nte

quando se siega

y

se hace

la

cosecha;

y

entón–

ces no se coge sino lo que se ha sembrado.

i

Has seguido,

durante la vida, los deseos de la carne; has vivido segun

el espíritu del

mundo~

Tu .cosecha será la corrupcion,

un« pesare inútiles

y

unas desdichas eternas. ¿Has teni–

do una vida inocente,, pura, mortif1cada; una

vida

espi–

ritual

y

cristiana~

Tu cosecha será la eterna felicidad. La

vida ·eterna, dice San Pablo (

Roman.

2.),

es para aque–

llos que obrando el bien constantemente aspiran

a

la ver–

dadera gloria

'I

a

la honra sólida

y

real,

y a

la inmorta–

lidad.

Ergo dwn tempus habemus

,

operernur bonum ad

omnes:

Y así, miéntras tenemos tiempo, hagamos bien

él

todo

~l

mundo,

y

principalmente

a

los que componen la

familia de los·fieles. Hagamos todo el bien que podamos

miéntras que estamos

en

esta vida; porque

en

la muerte

ya

no será tiempo de hacerlo. Vanos pesares, estériles de–

seos' promesas' arrepentimientos frívolos

a

la hora

de

la

muerte. El dia va

a

espirar, nuestros dias están conta–

dos,

y

se escapan sin que podamos detenerlos ; obremos

bien miéntras que tenemos tiempo de hacerlo. Empece–

mos por hacer bien

a

todo el mundo' principalmente

nuestros hermanos,

no

solo asistiéndolos con nuestros bie–

nes , sino tambien edificándolos con nuestros buenos exem–

plos ; ésta es una e pecie de limosna de obligacion , de la

qual ninguno está exento.

El evangelio de la misa de este dia contiene la historia

de la resurreccion del hijo único de la viuda de Nain, con

todas 1 s

ircunstancias de este gran milagro.

Habiendo salido el Salvador de Cafarnaun , donde

babia curado de una manera tan milagrosa al criado del

Centurion" pasó por una ciudad llamada Nain: era

é

ta

una pequeña ciudad hácia la extremidad de

la

baxa Ga-

p

4

li-