11;]
TERCER DOMlNGO
Et cum vénerit
,
invenit .
eam
scopfr mundátam
éB
ornatcJm.
Tune
vadit,
éB
assumit sep–
t em álios spírituS' secum
,
ne–
'lui8re.r se
'
e
ingréssi hábi–
tant
ibi. Et fiunt noviSsima hó–
minis illiur pejóra prióribur.
Factum est autem, cum h<2c
dlceret: exttíllens vocem quce–
Jam múlier de turba
di:i<Ít
illi:
beátus venter qui te portávit,
&
úbera
qu'2
suxísti.
At
ille
dixit :
quintrnmo
beáti,
qui
áu–
·diunt
verhum
Dei
2
&
curtó–
iliunt
illud.
do
descanso~
y no encontrándole,
dice: volveré
á
mi casa de donde
salí. Y volviendo
á
ella, la n–
cuentra limpia
y
adornada. Entón–
ce va
y
toma otros siete espíritu
peores que
él,
y
entrando habitan
allí.
Y
los _fines
de
aquel hombre
se hacen peore que los principios.
Sucedió que diciendo estas cos· s,
levantó una muger
1a
voz de en–
mediode la turb
,y
ledixo:bien–
aventurado el vientre
qu~
te llevó,
y
los pechos que mamaste. Pero él
respondió: bienaventurados mas
bien los que oyen la palabra de
Dios
y
la observan.
MEDIT ACION
Sobre las grandezas
y
prerogativas de la santisi1na
Virgen.
. PUNTO PRIMERO.
e
onsidera que Dios puede hacer una infinidad de mun–
_dos mas bellos, mas capaces, mas admirables que el que
ha
criado,
y
en el que vivimos: puede hacer unos astros
mas brillantes, otros cielos mas vistosos, otra tierra mas
rica en producciones
y
maravillas,
y
de todas estas co–
sas puede hacer un sinnúmero; pero con
ser
Dio omni–
potente no puede hacer una maúre mas noble,
mas ex–
celente mas digna de nuestra venera< ion,
d
nue ·tra de–
vocion, de nuestros respetos
y
de nuestro
culto.,
que
lo
es
la
madre de Dios.
Dios puede hacer un
munda
mayor,
di–
ce San Buenaventura;
pero no puede hacer una madre ma-
.yor que
la
madre de Dios.
Y
a~í
el evangel io quando quie–
re elogiarla, se contenta con decir que María
es
madre
de
Jesucristo:
De qua natus est Jesus, qui vocátur Chris·
tlfs.
t
Que puedo decir, bea tí :m , Vírgen, qué puedo
<le–
c.irde tu persona
y
de tus grandezas, exclama San Agus–
ttn, quando veo que todo lo que pudiera decir , es mé-
nos