DE QUARESMA.
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Ú
NE
s'
:
DE LA TERCERA SEMANA
1
DE QUARESMA.
Como
la
pasion
y
la
muerte
del Salvador
s~n
el
princi–
pal objeto
qu~
se p'ropone
la
Iglesia en todos sus oficios de
quaresma,
no
h~y
dia
alguno en
la
quaresma, cuyo
oficio
divino
no
ccmtenga algunas circunstancias de
la vida
traba–
josa
y
mortificada del Salvador,
ó
algun pasage particular
que
designe
la
malignidad
de los
judíos, su persecucion
y
sn.
negra
ingratitud. El oficio de este día
es
una
prueba
de
lo
que dice San
Juan del hijo de
Dios :
que vino á su pro–
pia heredad ,
y
qu,e los suyos
no
le recibiéron :
In própria
venit,
&
stti
eum
non récepérunt.
Esto
es
lo que
nos refiere
el eva0gelio de la misa del dia,
y
la epístola nos enseña có–
mo los
extraños se a provechan de los
socorros
que lós
hi–
jos
del reyno desprecian
y
desechan.
El
intrói to
de la
misa es
una continuacion
de
la
oracion
que
hace á Dios
David escapado
de
las manos de
sus ene-
migos ,
y
pers~guido
hasta de
sus mas allegados.
'
Habiendo sabido David por
su
amigo Jonatás que
Saul
estaba
resuelto
á
perderlo á qualquiera costa , se retiró
al
pais
de
A
chis, rey de Get. Pero
á
poco
tiempo
de
estar
eíl
la eorte de este monarca, fué
conocido. Resol
viéron echar–
le la
ma·no:;
p~ro
habiendo
hallado David modo
de
salvar–
se,
se
retiró
á
la
cueva
de
Odollam,
dcmde
se
dice
compu–
so
este salmo, que empieza con estas palabras :
Miserere
v1ei
Deus, quóniam
concu~cávit
me homo; tota die impúgnans
tribulávit
me.
Compadeceos de mí,
Dios
mio:
ya
veis con
qué indignidad me tratan
lo~
hombres,
y
que no cesan ·de
hacerme la guerra
y
perseguirme~
Mis enemigos,
prosigu~
el profeta, me hacen sentir' á todas hora los efectos de su
ódio,
y
todos
los dias
veo
aumen(arse el número
de
estos
enemigos·;
In Deo
lauddbo verbum,
in Ddmino
!audáqo
ser–
rnó11em,
añade:;
y
con este versículo empieza
hoy
la misa:
In
Deó
sperábO': non tirnébo
quid
fáciat mihi horno.
Ala–
baré un día al
Señor porque
es fiel en cumplir la
palabra
, que.,