AÑO CHRISTIANO.
ta su respetosa veneracion
a
los altares! Qué respeto. a tan
augustas ceremonias! Pero quál debe ser la eficacia de la fe!
Quá la pureza de costumbres, la eminente santidad de esos
ministros del Altísimo! De esos visibles mediadores entre
Dios
y
los hombres
!
De esos sacerdotes del Dios vivo, cu–
ya
dignidad respetan las potencias de la tierra , cuyo sa.:.
grado carácter se hace tambien respetable.
a
los mismos án–
geles! Podrán acercarse al altar sin sentirse preocupados de
un
santo terror? Podrán tener en sus manos la sagrada hos–
tia sin experimentar los maravillosos efectos
de
su divina
presencia? Salió Moyses de
la
conver acion que tuvo con
Dios en el monte con el semblante inflamado, arrojando ra–
yo de luz por todas partes. Y podrá .salir del altar un sa–
cerdote sin nuevo fervor, sin nueva devocion, sin que se
note en
él
uoa virtud mas
resplandeciente~
Así discurre to–
d.o hombre de buen juicio instruido en las verdades de nues–
tra religion: así discurren hasta los iroques
y
los indios lue–
go que están bien informados de nuestros sagrados miste–
rios. Pero discurren de la misma manera todos los christia–
nos? Acreditan todos con su conducta la fe que profesan,
y
la idea que tienen de este divino misterio?
El evangelio es del cap.
2).
de San Mateo.
J
N illo témpore
,
dixit J esut
dfrcfpulis suis parábolam
hanc
:
Horno quidam péregre
proficíscens
,
vocdvit
servos
suos,
8
trádidit iltis bona
sua. Et uni dedit quinque ta–
lénta, alii autem duo, alii vero
unum, unicuique secúndum pró–
priam virtutem
,
8
proféflus
est státim. Abiit autem qui .
quinque talénta accéperat,
8
opertltus est in eis
,
8
lucrá–
tus est ália quinque. Simíliter,
S
qui duo accéperat
,
/ucrd–
tus · est ália duo. Qui autem
unum accéperat ábient fodit
in terram
,
8
abscóndit pecú–
niam dómini sui. Post multum
vero t émpori.r venit dóminu.r
ser-
E
N aquel tiempo dixo Jesus
a
sus discípulos esta parábo–
la: Un hombre que debía ir muy
léjos de su país' llamó
a
sus cria–
dos
y
les entregó sus bienes.
Y
a
uno dió cinco talentos'
a
otro
dos ' y
a
otro uno '
a
cada qual
segun sus fuerzas ,
y
se partió al
p~nto.
Fué, pues, el que había
recibido los cinco talentos
a
co–
merciar con ellos
,_y
ganó otros
cinco : igualmente el que habia
recibido dos , ganó otros dos;
pero el que había recibido uno,
hizo un hoyo en la tierra ,
y
es–
condió el dinero de su señor.
Mas despues de mucho tiempo
vino el señor de aquellos cria–
dos , les tomó cuentas ;
y
lle;
gan-