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r

-

2_02

AÑO CHRlSTIANO.

ñor Jesu-Christo. Sea así,

con

vuestra

divina gracia.

-

J

A C UL

A

T OR

I AS._·

lñiquitátem

·

meam ego cognósco:

&

pt.•ccátum meum contra

rne

est sernper.

Sal m. 50.

Reconozco , mi ·Dios , mis ·pecados , los detesto-,

y

jamas

cesaré de acusarme de ellos.

Tibi, Dómine, justftia: nobis autem confiíssio

faciei•.

·

Dan.

9. . -

1

Vos, Señor, sois j1;Jsto, aun quando nos castigais con

el

mayor rigor :

a

nosotros solo nos queda la confusion

y

el dolor de que si nos

perde~os

es porque

nos queremos perder.

.

P R O P O S 1

·r

O S.

S

ER

uno infeliz por una fatalidad inevitable

es una suer·

te

bien

triste; pero

a

lo ménos no puede uno echarse

a

tñis1bo la culpa de su desgrada,

y

toda su

ind1~nacion

_se, vuelve contra la causa de su

desastre~

pero ser infdiz–

mente desdichado, eternamente desdichado porque le dió

:-

la

gana de serlo, por su antojo

y

por su prooia mal.icia, con·

cibe, si puedes, el rigór de este suplicio.

Si

a

lo ménos se

pudiera en el infierno distraer el ánimo de

est~

pensamien–

to: si se pudiera uno persuadir

a

que le faltó la gracia ne–

cesaria para la sal vacion: si pudiera creer' que je u Christo

no babia muerto por nosotros· ,

y

que al fin él no pudo ha.::.

cer otra cosa; pero en

el

infierno ninguno es herege: todos

están persuadidos, todos están con

vencidos~-

todos ven, to–

dos palpan que la condenacion 'es obra de nuestras mános.

Saben que pudiéron no.resistir

a

la gracia: confiesan que tu–

viéron gracia suficiente para salvar. e; pero que no qui–

siéron : el deleyte engañó

a

la voluntad '

y

la pasion quedó

victoriosa porque el corazon obró de inteUgencia con

la

pa–

sion. Ah!

y

qué de otra manera

se

~i,viria

si se pensata con

mayor freqüencia en esta .verdad! Medítala continuamen–

te,

y

quando fuere mas violenra la

tentacion-~

quandó la

pasion

~e

explicare mas fogosa, pregúntate

a

ti

mismo; quie–

ro condenarme? Pues bien puédo darme este gusro;

pe–

ro

el fruto de esta desdichada satisfaccion será el infierno,

serán ·las

llamas

eternas. Si me determino libremente

a

pe-

-

car,