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. AÑO CHRISTIANO.
blo: resistió
quanto pndo
a
la
voluntad
y
aclamacion uni–
versal; pero viendo .que nada adelan·taba, resolvió exone–
rarse de aquella carga con la fuga. Embarcóse ,
y
se
fué
a
una pequeña -isla de Bretaña, donde vivia un santo ermi–
taño , llamado Aaron. Alegróse mucho con
~u
arribo aquel
venerable anciano, el
qual
le declaró su ·modo de vivir,
y
los medios de que se valia para domar la carne con to–
das sus concupiscencias. Armóle mucho
a
nuestro Santo
aquel método de vida'
y
se determinó
a
imitarla como lo
babia hecho en Inglaterra con la de San Brandan., su pri–
mer maestro. Su alimento era
un
poco de
pan
y
agua,
con algunas raices,
y
todo con medida: sus delicias la ora–
cion, y cantar salmos:
su
pensamiento y su corazon con–
tinuamente en el cielo. No distaba mucho de aquella isla·
la
ciudad de Aleth ' muy t>pulenta
a
la sazon por el gran
CO•
mercio que se hacia en ella ; pero la
falt~ba ~l
único ver–
dadero bien que la podía hacer rica para la vida eterna;
·es
decir., el conocimiento de Dios. Habia en la ciudad pocos
christianos, todos los demas eran gentiles. lnstáron
a
San
Maló pára que fuese
a
alumbrar
a
aquellos pobres ciegos
con la luz del evangelio. Resisti6se el Santo por mucho
tiempo, temiendo caer en otro empeño semejante al
que le
babia desterrado de Inglaterra; pero
un
ángel se
le
apa–
reció , y le intimó de parte de Dios que fuese
a
anun–
-ciar
SU·
divina palabra
a
aquel pueblo infiel ., porque al
fin
el mismo Dios le tenia destinado para
ser
su pastor.
Sucedió esto cerca de la pascua ;
y
no atreviéndose
el
Santo
a
resistir
a
la voluntad del Señor, entró en Aleth,
-celebró
el
sacrificio de la misa en la ·capillita
de
los chris–
tianos ,
y
despues predicó en ella. Extendida la voz por
la
ciudad , concurrió la muchedumbre ;
y
queriendo Dios
·autorizar la doctrina del nuevo apóstol, permitió
o
dispu–
·so su providencia
que
traxesen un muerto
y
le pusiesen
e\
la puer ta de la capilla. Sintió
el
Santo un interfor impul–
so de emprender
la
resurreccion de aquel
difunto~
para
·que el mismo milagro moviese a1 pueblo
a
solici~ar
la nue–
va
vida
que reciben los christianos ·por
el
sacramento de
la regeneracion• Hincóse de rodillas., .púsose en oracion,
·y todos estaban aguardando -con .profundo
silencio
el
fin
de
aquel suceso. Miéntras Jos .-á;nim©s estaban 1en esta
sus-
pension , _acabó San Maló de
·orar :
él
se levantó de
la
tier-
ra,