DEVOTOS.
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gregado
á
todoslosdis ípulos,les dixer n: erma...
DiaXX\TI.
nos,
aunque deseamos hacer cesar vue tras queja ,
ocupandonos nosotros mismos en este exer icio de
caridad, que es
el
asunto de vuestra discordia; sin
embargo , no es justo que prefiramos el cuidad de
la manutencion de los pobres
á
las funciones Apos-
tólic s;
y
que por dar al pueblo el pan material,
le
quitémos el pan espiritual
y
el
alimento
de
sus
al-
mas.
Y
así elegid de entre vosotros siete hombres
de
una virtud conocida
y
probada, prudentes, llenos del
Espíritu Santo,
y
que sean dignos de que nosotros
descarguemos en ellos este ministerio ; por
lo
que
á
nosotros toca , bastante tendrémos que hacer con
asistir freqüentemente
á
la
oracion ,
y
predicar el
Evangelio.
Esta proposicion fue universalmente aprobada,
hizose
la
eleccion,
y
de los siete que se escogieron,
fue el primero E steban , como qu(! era
el
mas reco–
mendable por su fe, por la pureza de sus costumbres,
por su prudencia
y
por otros muchos dones del Es-–
píritu Santo, de que estaba lleno. Los otros seis fue–
ron, Felipe, conocido.tambien por su zelo y por sus
grandes acciones; Próc0ro, Nicanor, Timon, Pár–
menas ,
y
Nicolás , natural de Antioquía. Tod'!
la
Asambléa los presentó
á
los Apóstoles, quienes des–
pues
de
haber
hecho
oracion , les impusieron las
manos,
y
los ordenaron de Diáconos.
El nuevo caráB:er aumentó la plenitud de gracias
y
de virtudes, que ya tenia nuestro Santo antes de
su
eleccion.
U
na
fe
todavía mas generosa , unas luces
mas puras , un nuevo aliento, un nuevo fervor fue–
ron
los
efeétos
del
nuevo
caráél:er. Se
le
veía
á San
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E:s-