DEVOTO S.
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~
que
le
habian oído bla.sfemar contra Moysés
y
con.. J)ia
XXVI.
tra el mismo Dios. Esta calumnia. hizo un gran eca
en el pueblo; perq los que se mostraron mas rabio-
sos contra el Santo Diácono, fueron los Ancianos
y
los Doét:ores de
la
Ley. Estos arrojandose impetuo.:..
samente sobre San Esteban, le llevaron arrastra,ndo
al lugar de la Asambléa , adonde habian acud¡do to-
dos los autores de
la
sedicion.
Alli
ptoduxeron
con~
tra
él
unos testigos falsos, que
depusi~ron
ante los
Jueces , que aquel hombre no cesab:li oe blasfemar
contra el Lugar santo
y
contra la Ley;
y
nosotro$
le hemos oÍdQ decir, añadian , que este
J
esus
N
aza...
i:eno, de quien hac;e contínuamente grandes elógios,
destruirá este Tem,plo, que es el centro
y
el trono
de la, Religion ,
y
que mudará la_s tradiciones que
Moysés nos
dex~
San Esteban inmoble en medio de
tantos enemigos , c;onseJ;vaba siempre la paz en
el
corazon,
y
la ser"enidad en el rostro ; el que pareció
á
todos los que estaban presentes
y
tenian los ojos
fixos en él , un rostro de Angel , queriendo Dios
mostrar con este exterior respla,ndor
la
belleza
y
la
inocencia de su alma, Enton<;es el gran Sacrificador,
esto es, el Príncipe de los Sacerdotes, Cayfás, que
presidía al Consejo , le_preguñtó si era verdad
lo -que
se decia contra
él.
•
A lo
que respondió
San
Esteban con un largo ra·
zonamiento,
en
el que desde hlego testifica el respe–
to
que tiene
á
los antiguos Patriarcas , deteniendose
particularmente en
la
piedad con que Abrahán obe–
deció
á
Dios ,
y
en
la promesa que recibió de Dios
de un modo enteramente gratuito, sin q,ue ni
la
Cir–
cuncision , ni los sacrificios , ni las ceremonias de
la
li~
Ley