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SEñoR NuEsTRo.
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sibles, no puede ser acusado de· haber creído con de–
masiada ligereza.
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§.
LX
V.
PESCA MILAGROSA. ENCARGA JESUS
sus ovejas
a
S an Pedro,
e
instruye
a
sus Apostoles.
H
Abíendo mandado el Salvador"a sus Apostoles que
volviesen
a
Galiléa , se fueron
allá
sin detencion,
y
lograron que Jesus se les manifestase en muchas
ocasiones.
(a)
Estando un día juntos Pedro, Tomás , Diego,
Juan, Natanael ,
y
otros dos Discipulos , les dixo Pe–
dro que iba
a
_pescar ; respondieronle los otros ' que
querian tambien ir con él; entraron , pues , todos en
una barca, echaron la red al
agua~
pero nada pescaron
en toda aquella noche.
A
la mañana se presentó
J
esus
en
la
ribera, sin que los Discipulos supiesen quien era.
Preguntóles si tenian algo que comer; respondiendole
que no, les dixo el Salvador : Tended
la
red a
la
die~tra de la barca ,
y
hallareis pesca. Hicieronlo así;
y
no
podían traer la red por la muchedumbre de los peces
que había en ella. Visto esto, el Discipulo a quien amaba
Jesus, le dixo
a
Pedro:
El SeñQr es.
Lo mismo fue oír
Pedro esto, que ponerse la túnica que se había quitado
para pescar '
e
impaciente
por llegar quanto antes
a
donde estaba su Maestro, se echó.en
el
mar:Los
demás
llegaron
a
la ribera con la barc.a 'trayendo
la
red llena
de peces. Habiendola sacado
a
tierra, se hallaron en ella
ciento cincuenta
y
tres peces muy .grandes ,
y
en me-
(
a)
:Joan.
21.
Ii
2
·
dio