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SGñOR
NUESTRO.
IJil
no~
,por donde pasaba sino
tull idos , degos , sor–
dos
y
ouos enfermos , y
todo.s
sa naban repent-ina–
·mente' porque salía de él , dice San Lucas frna
'V irt ud
.que
los curaba
a
todos.
(a)
D ió
.de
comer otra vez mi–
l agrosamente con siete panecillos y q]guno-s pece·s pe;–
·quf'nos
a
mas de
q
uatro mil personas que le seguían tres
. dj~s
había; y
llegando
a.
.Bets.ayda , .d ió vista
a
un
·Ciego , poniendole los dedos .sobre
los
ojos. Los
Fari–
seos y los Saduceos que no buscaban sino como armarle
-lazos ' le pjdieron que hiciese delante de
ellos
algun
·nuevo prodigio en
el
ayre ; pero el Salvado(, despues
de haberles echado en cara su incredulidad y su ,hipo–
·cresía, dando un profundo suspiro, repitió lo
que
ya
~u
otro tiempo había respondido
a
otros que le hic;ie rcon se-
~ejante
pregunta, dixoles : Esta nacioo -perversa, é in–
fiel pide un prodigio , y no habrá .para ella, otro pro-
·digio , sino el del Profeta Jonás,es decir,aquel de
que
el Profe Jonás fue figura;pu es el.haberse tragado la Ba–
llena al Profeta,y haberlo vomitado
de
su vientre des–
pues de.haber estado tres días en él,signifkaban
la
muer–
te
de Jesu-Christo,el tiempo que su cuerpo había de
es--
'
t~r
en el sepulcro,
y
el milagro
de
su gloriosa Resurrec–
c10n.
§.
XXXI.
CONFIESA
SAN
PE _DRO
QUE
:Jesu-Christoesel Hijo
de
D ios,
y
el S eñor /ohace
·
·
-
Cabeza
visible de
la
Iglesia,
' ,
l.Nbiendo ido
el
Sálvador
a
los contornos
d
e Ca–r
saréa -de Filipo ,
~iudad
situada hácia el
na.ci–
mi~nto
del Jordán, un dia caminando ' preguntó
asus
(a)
Luc.
6.
R
2
Ap6s-
I