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VIDA DE CHRISTO
y
mudo ;
lo he
presentado
a
tus Discípulos, añadió', '
y
no lo h;Jn podido curar. Echó Jesus en cara
a
sus
Discípulos su poca fé,
y
pidió al que deseaba el rnila–
·gro que tuviese mucha fé ; y despues le dixo : Si
puedes creer , todo es posible al {}Ue cree. El Padre
del niño e){dsimó al punto con las lágrimas en los ojos:
Creo., Señor , .aumenta
y
fortifica mi poca
fé.
Al oír
esto
J
esus , amenazó al .demonio ,
y
le dixo :
Espíri-
~
tu
sordo
y
mudo, .sal del
cuerpo
de este joven,
y no en–
tres ma.s en él. ro te lo mando. (a)
A estas palabras sa–
lió de
él
el
demonio; dando grandes gritos, y agitando...
lo con tanta violencia, que lo 'dexó medio muei:to;1
pero cogiendolo Jesus de
la
mano,
lo
entregó sano
yi
bueno
a
su Padre.. Los Discípulos que antes de
la
lle–
gada del Salvador habían exorcizado
el
endemoniado,
pero inutilmente ' le preguntaron
a
parte '
l
por qué
ellos no habían podido expeler aquel .demonio
'?
por
vuestra poca fé, les respondió el Señor : no teneis to–
davía sino una fé debil
y
vacilante;
y
estas suertes de
milagros piden una
fé
viva, una confianza
1
perfetta,
y
además de esta fé , mueha devocion
y
mortificacion;
en verdad os digo , añadió el Salvador , si vuestra
fé
fuese
solament~
como un grano de mostaza, esto es,
si fuera una
fé
pura
y
muy viva; pues se debe tomar ·
la
comparacion'
no
de
la
pequeñéz del grano de mos–
taza , sino de la fuerza
y
virtud de este grano, el qual
aungueabulta poco' sin embargo llega.
a
hacerse un
arbol. Si vuestra
fé,
pues, dice el Salvador, 'igualára
solamente
a
un grano de mostaza' con solo que dixe-–
rais
a
este monte ( hablaba del Tabor) : pasa de aquí
allá , pasaría al instaQte ,
y
nada
os
sería imposible.
§.
XXXIII.
(a) Matb. 9.