138
IDA DE CHR.ISTO.
de las id as terrenas de los J u íos . los qua
le
creíart
que el Reyno del
Me~ías
sobre la tierra
~ería
un
y–
no de abuiffiancia , de magnificencia y d
explend r·
pero el Salvador quiso con su bondad
y
u mansedum–
bre ordinarias corregir sus falsas idéas ; para lo qual
les dixo : Si alguno quiere ser el primero en mi R y–
no , sea el postrero de todos
y
el criado de
tod s:
(a)
el mayor título de grandeza para conmigo, es la mas
profunda humildad; el que es mas humilde , este será
mayor.
y
cogiendo luego
a
un nifío pequeñuelo,
lo
pu–
so en medio de ellos, y despues d haberlo abrazado en
señal de la ternura con que miraba
a
las almas humildes,
les dixo: S'.i no mudais de opinion, es decir, si no teneis
sentimientos baxos y humildes de vosotr
mi m
s
muy
diferentes de los que habeis tenido ha ta a uí, y
i
n
os haceis como niños no entrareis en el Rey no de Jos
Cielos: qualquiera, pues, que se hiciere pequeñ
c
m
este niño,este sera
1
mayor en elReyno de losCielo
.(b)
Yendo despues
J
esu-Christo
a
Jerusalén
a
Ja fies–
ta de Pentecostes , que era muy c /Jebre entre
1
s
Ju–
díos ,
y
se llamaba
a
í ,
porque era el dia cincuenta
despues de Pasqua ( en memoria de que el día cin–
cuenta despues de
la
salida de Egypto se les dió la
Ley
en el m nte Sinay ; ) los Samaritan s ; por cuyo país
pasaba
)
Salvador con
~u
Di$CÍpuJ
, le nega r n
Ja
entrada en una de sus Ciu acle
: irritad s de
te
a.tentado
J
L
an
y
J
ac bo,
hrj
del
Z
b
, r ga- ·
ron
a
Jesu- hri
t
Jes
p
rmitiern hacer bax r fuego
del Ciel
bre aqu
11~
Ciudad , c
m en
tr
ti
m–
po lo había hech
lías en
igual cas
·
per el
Salva–
dbr les reprendí ' queera su zel ; demasiado amarg
di-
cien-
(a) Marc.
9.
(b) Matb.
18.