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SEñOR:
NO~Sl1RO.
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1úm1nosa los envolvió , y de repente sAlió de la nube
una voz
qué
decia:
Este es mi. Hijo
queridó~
en quien
tengo
todas mis.complacencias;oidle.(a)
A
estas palabras,
sobrecogidos los Discípulos de un santo terror , se
postraron con el rostro hácia lai tierra ; pero
a
poco
tiempo, habiendose disipado todo aquel resplandor,
y..
ha&iendo desapaírecidó Mo1ysés
y
Elías , se acercó
a-
ellos
J
esus, los a:lttntót ,
y
los dixo: Levantaos. En–
tonces levantando ellos los ojos ' no vieron
a
nadie
s-ino
a
J
esus ' el q-ual les prohibió el que dixesen lo
que habían visto, hasta despues de su Resurreccion:
t:anto auidadb tenia -el S ñór 'cle alexar
yl
prevenir todo
to
ql!l e hupierá.> r>oditl.o retardar ·su pasion ,
o
servirle
de ob'stáculo para
pade~er.
Trarrsñguróse el Salvador, dicen los Padres·; pri–
mero; para
~umplir
J a promesa ·que h'abía Hecho
a
sus
Discípulos, .de hacerles ver un bosque·xo de resplandor
tle su gloria
y
de su 'Magestad, y para afirmarlos en la
creencia en que estaban de que era el Mesías. Segundo,–
para fortalecerh:)s contra el escándalo de su Pasion
y
de su muerte. Como Moysés representa la Ley , Elías
a
los Profetas , quiso el Híjo de D ios que estos dos
personages pareciesen en su Transfiguracion , para
mostrar
a
SUS'
Após to les que la Ley y los Profi tas le
daban testimon io.,
y
se terminaban en su per ona.
Mientras que el Salvadór estaba en la cima del
monte ', muchas ge.ntes se había n juntado e n el llano,
en donde lo estaban esperahdo: Lo mismo fue dexar e
vér., que postrarse
a
sus pies un hombre' y suplicarle
le sanase un hijo único, q-ue estaba lunático,
o
ep ilép–
tico ,
y
poseído de un.demonio furioso que era sordo
(ñ)
Luc.
9.
y