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se consideró como Soldado de Christo ;
y
se dispuso con
oracion· , con ayunos, y con otras penitencias para entrar
en el combate , que estaba ya previendo le esperaba pron–
tamente, en que
lu~ia
de defender la Divinida-d de aquel
Señor,
á
cuyos ojos havia ya comenzado
á
pelear dicho–
samente. Vistióse un áspero silicio , no usó de mas cama
qu.e de la desnuda tierra , y añadió ·otras mortificaciones
voluntarias á los trabajos de stl rigurosa prision.
.
,
Llegó la fiesta de la Pascua .,
y
pareciémiole á Leo–
vigildo qrre el rigor de los malos tratamientos havria cat1-
sadu la constancia de Hermenegildo , le envió un Obispo
Arriano para que
d~
su mano le diese la Comunion. Hor–
rorizóse
el
Santo Príncipe al oír la proposicion del imolentc
herege ; y revistiéndose de héroe
~e
la Religion ,
y
de so...:
berano ,
le
afeó en tono imperioso,
y
severo su impiedad,
le riñó su atrevimiento , y declarándole resueltamente que
queria vivir ,
y
n1orir
en
la Religion Católica .;
le arrojó
de su presencia , mandindole que no se volviese ' poner
en
elb. Informado
~e .
v"gildo de la invencible firmeza de
Hermenegildo , entró
e
1
qha fi1riosa cólera , y en el 1i1ismo
punto mandó á algut"Los Soldados de
su
guardia
qu~
fuesen
á quit.:ule la vid, .
Ya esperaba Hermenegildo que
su
animosa conf¡;!sion
de
la
,Fé
le valdría la cor6na del maüyrio ,
y s.e
qisponia
para
el sacrificio ,
ofre~iéndose
víctima de su Dios en las
aras de sus ardientes deseos. Estaba de rodillas derramando
su corazon en tervorosísimas ánsias , quando entráron los
bárbaros en el calabozo ,
y
descargando sobre· su Real ca–
beza un furioso golpe de·hacha , se la hendiéron por el me·
dio, quedando el Santo cuerpo tendido en el suelo baña–
do en
su
misma sangre.
~
•
·
Al punto manifestó Dios la gloria del Santo Mártyr,
así con músicas celestiales que se oyéron por toda aquella
n•oche al rededor del santo cuerpo , como por las celes·
tiales luces qne ilumináron toda
la
prision.
,
San Gregario el Grande , que dexó escrito
el
triunfo
de su martyrio , atribuye
á
sus méritos ,
y
á
su poderosa
intercesion con Dios la conversion del Rey Recaredo su
·
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