/
2
14
A
B R 1
L.
D 1 A TER
CE.
San Hermenegildo Mártyr.
Muerto Liuba , Rey de los Visi-Godos,
el
afio
57
r.
su hern1ano Leovigildo ,
á
quien havia asociado
á
la Co–
rona , viéndose ya único dueño de casi toda España,
y
de aquella parte de la Provincia Narbonense que estaba
sujeta· al don1inio de su Nacion , resolvió hacer heredita–
ria_en su faínilia la Corona que hasta aquel tietupo havia
sido electiva. Mandó , pues, reconocer por sucesores su–
yos
á
sus dos hijos Hermenegildo, y Recaredo ,
y
él1nis–
n1o los puso en posesion de una parte de sus Estados ;
á
Henuenegildo consignó la AndaluCia,
y
-á
Recaredo seña–
ló el Reyno de Aragon con
todas las Provincias
c~lti
l:teras. - ,
· Erh. Hennenegildo
el
Príncipe mas cabal que se cono–
da en su tiempo
3
de taHe n1agestuoso, de ayré: noble ,
y
desetnbarazado , de entendin1iento vivo, y
pe~etrante:
do–
tado de
une
prudencia, de un valor ,
y
de unas tnodales
tati atentas, y tan cortesanas , que en 1nedio de una
Na–
don bárbara., le hacian dueñD de todos los corazones. Tu.;
vo la desgracia de ser Arriano , con1o toda la Casa Rea],
aunqHe ~era
sobrino . de San Leandro ,
y
de San Isidoro Ar·
zobispo de Sevilla, hern1_anos de la Reyna Teodosia ; ma-<
dre de nuestro Sat'lto. Muerta esta Princesa , el Rey Leo–
:vigi-ldo casó en segundas nupcias con Gosvinda , viuda- de
Athana~ildo
su ' predecesor: Princesa tan contrahecha de
·entendin1ienro con1o de cuerpo, de genio tnalign·o , áce–
do, violento ' furiosamente cólérico ' y sobre todo tnuy
encaprichada en el Arrianismo.
.
Viendo Leo.vigildo debilitado el partido de los Cathó–
.licos· con ..la tota de los Griegos, á quienes havia echado
-á
fuerza de armas de todas las Plazas que ocupaban lo
¡}argo de la costa, dedi có toda la atencion
á
buscar para
el Príncipe
~Hennenegildó
una esposa, que asegurase con
su