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su alianza la paz que acababa de dar á sus pueblos ,
y
afian"
zasc
h
fdiddad
del
Reyno con
el
esplendor de sus
pren~
das personales.
'
Fixó sn eleccion en Ingunda , hija de Sigisberto Rey
de Austrasia en Fr;mcia ,
y
de Brnnequilde,
y
nieta por su
madre de Athanagildo,
y
de Gosvinda , su segunda muger:
Princesa no ménos distinguida por su extraordinaria her–
mosura,
y
por su rara virtud, que por su alto nacimiento.
Era Carbólica ;
y
esta sola circunstancia huviera sido bas–
tante á romper desde luego aquel tratado, si Ingunda por
su. parte no se prometiera con el auxilio de la gracia -re–
ducir
á
la Fe
á
su esposo..Hern1enegildo,
y
su suegra,
y
abnela Gosvinda no esperara conquistar con artificio ó con
violencia
á
su nuera Ingunda, obligándola
á
abrazar
el
par–
tido
del Arrianismo.
Desposóse Hermenegildo con Ingunda el año de
5
79.
y
apénas arribó
á
España, qnando hechizó
á
toda la Cor–
te. Sola Gosvinaa se consumía de eqvidia ,
y
de dolor
á
vista de las nooles
r
ndas de su nuera'
y
la que comel1-
zó emulacion, acabo odio,
y
furor desenfrenado. Con to–
do eso la pareció canveniente disimular por algun tiempo, _
y
hacer todo lo posible- para pervertir Ia religion de su
nieta. Con esta idea la hacia
á
los principios mil caricias,
intentando arrancar la Fe Cathólica de su corazon,
y·
tras–
tornar su constancia ; pero viendo que no la salia bien es–
te medio , recurrió á las injurias ,
y
á las mayores violen–
cias. No havia especie de mal tratamiento que no la hicie–
se, hasta bañarla alguna vez en sangre con los golpes que
la daba ,
y
en cierta ocasion la arrojó de un empellan en
un estangue, donde la faltó poco para ahogarse.
Sufi·ia Ingunda esta persecucion con una paciencia , con
una dulzura ,
y
con un silencio digno de la religion que
profesabJ; pero como
el
pálido color de su semblante,
y
los cardenales de los golpes no podían ocultarse
a
Herme–
negildo , -
y
llegase
a
entender por ellos la crueldad de Gos–
vinda, tomó la resoiucion de retirarse con la Princesa su
esposa
a
Sevilla , Capital de sus Estados. Aprovechóse In–
gunda de esta ocasion para convertir
á
su marido,
y
tra-
ba-