D 1
A
X
1 1 l.
2 2
3
Y esto nosotros , que tanto nos preciabamos de discretos,
y
de entendidos : nosotros , que
teni:-~mos
bstima, que mi–
rabamos con compa ion
á
los que iban por camino ent.e–
ramet e contrario. ¡O
qué
confesion tan
desesperada~
Ta–
lia dixerunt in inferno
!Ji
qui peccaverunt.
Asi discurrirán,
así hablaran en el infierno aquellas mugeres profanas que
ignoráron su religion,
ó
que afectáron ignorarla: aquellos
libertinos que hacen ostentacion de su impiedad ,
y
de su
disolucion. Mas
¡
O! ¡qué dolorosos son los ayes, quando
son inútiles ,
y
quando son eternos!
El Evangelio
e.s del
capit.
14
de Sa1t
Lucas.
I
N il/o tempore
:
Dixit Je–
sus
turbis.
Si
quis venit
ad me
,
&-
non
odit pa–
trem suum
,
&-
matrem
,
&
11xortm
,
&
filios
,
&-
fra-
tres
,
&
sorores
,
dhuc
aut em
,
&
aninuzjrL
ua
z,
non potest mezes nse d
S"CÍ–
pulus. Et qui
non
~.ajulat
crucem
su~1m
,
.
vemt post
me
,
non potes: meus esse
discipulus. <!_uzs
.e1~im ~X
vo–
bis
volms
turrzm
ttdificare,
non
prius
sedens
computat
sumptus qui necessarii sunt, si
habeat ad perficiendum
:
ne,
posteaquam possuerit funda–
mentum
,
&-
non potuerit .per–
ficere
,
omnes qui vident
,
m~i
piant illudere
ei,
dicent-es: quía
hic
lwmo cr.epit
~dificare
,
&
non potuit consummare? Aut
quis Rex iturus committere bel–
lum
adversus alium Regem,
non sedens prius cogitat sipos–
sit cum dectm mil!ibus occur–
rere ei
,
qu¡. cum viginti milli–
bus venit ad se·? Aiiaquin, a.d-
huc
E
N tiempo de la predicacion de
deJes u-Christo dixo á las Tur–
bas : si alguno viene
á
mí, y no
aborrece á su padre , madre, mu–
ger, hijos, hermanos,
y
hermanas,
y aun su propria vida (esto es, se–
gun
los
afectos carnales ) no puede
ser
mi
discípulo; ni tampoco el que
no toma su cruz,y me sigue. ¿Quién,
pues , de vosotros , queriendo edifi–
car una torre, no piensa primero con
sosiego los gastos , que: son necesa–
rios , para Yer si tiene con que aca–
barla
?
r.o sea que despues de
ha–
ver puesto los cimientos, y no pu–
diendo concluirla , todos los que
vieren ( el edificio imperfecto) prin–
<;ipien
á
burlarse de él , diciendo:
este hombre comenzó
á
construir,
y
no ha podido acabar. ¿O qué' Rey
haviendo de hacer la guerra
á
otro
Rey, no consulta ántes despacio
t
si
podrá opo11erse con diez mil hom–
bres
al
enemigo
t
que .viene con
veinte mil
e
Porque en otros tér–
minos se verá en la precision, aun
estando distante aquél, de enviarle
embaxadores pidiéndole la paz. A
es-