A B R 1 L.
volos pretextos : ningnno hay, qne no confunda tn amor
proprio con todos los derechos , que puede alegar.
~Eres
jóven de genio alegre, de natural pronto, de complexion
delicada? Santa Ines no tenia tnas que trece años , San
Eleazaro era de un genio nus esparcido· , que el tuyo: aca–
so no havrá havido natural mas ardiente, ni mas vivo , que
el de
S.anAgustin: no parece posible complexion mas de·
licad
a, que la de una Santa Teresa , un San Luis Gonza–
ga. Los Fernandos , los Luises,
lo~
Enriques, las Cunegun–
das , los Eduardos conserváron su inocencia. en n1edio de
las delicias
l
y de los peligros de la Corte. En
el
estado del
n1a·trimoL1io llegáron á la cumbre de la perfeccion las MÓ·
·nitas , las Erigidas, y las Franciscas : en la hun1iJde con–
dici .
>n
de pastoras , de criadas , de lapradores ,
y
de po·
. bres oficiales mereci.éron ser objeto de nuestra admii·acion,
y
de nuestro culto las Genovefas , las Blandinas , los Isi–
·dros, y los Homobonos. Ni la ciencia sirvió de estorbo
á
la santidad de tantos Doctores , ni el esplendor de la
cuna fué
mb~azo
á
la etninente virtud de tantos
Prín~
cipes cano 1izados.
~No
confundtó la heroyca tnagnanimidad del animoso
Hermenegi ldo el m
1
e}(emplo de tantos malos Chrisria–
nos
~
r acido en
el
mismo Trono , n1ecido en una cuna
R.eal, educado entre las delicias de una Corte , heredero
presuntivo de la Corona, en la flor de su edad , todo lo
·sacrifica por amor de Jesu-Christo: placeres, riquezas, hon–
ras , quietud , el mismo Reyno , y hasta su n1isma vida.
Quando se atraviesa la Religion, y la salvacion todo de–
be sacrificarse. ¡Buen Dios! 2Qué responderán
á
esto tan–
tas almas cobardes, que sacrifican su conciencia, su reli-
·gion , su salvacion eterna
á
un vil interes ,
á
una pasion
loca,
y
torpe ,
á
una honra imaginaria?
~Qué
excusa ale–
garán, qulndo se las proponga el exemplo de un San Her..
menegilda ,
y
de tantos otros Santos , que con nuyore's
estorbos ,
y
quizá con menores auxilios se hiciéron tan
grandes Santos , correspondiendo
á
la gracia con fidelidad?
~Y
qué responderé yo mismo
á
las secretas recon vencio–
nes , que n1e está haciendo mi propria conciencia
á
vista de estos exemplos?
Na-