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C A P I T U L 0
I I.
19
15
Gravis est nobis etiam ad
videndurn , quoniam dissimilis
es t aliis vita illius, et immuta–
tae sunt viae eius.
16 Tamquam nugaces aesti–
mati surnus ab illo, et abstinet
se a viis nostris tamquam ab im–
munditiis, et praefert novissima
iustorum , ·et gloriatur Patrem se
habere Deum.
17
Videamus ergo si sermo–
nes illius veri sint, et tentemus
quae ventura sunt illi, et scie–
mus quae erunt novissima illius.
18
Si
a
enim est verus :filius
Dei , suscipiet illum et libera–
bit eum de manibus contrario–
rum.
19
Contumelia ·et tormento
interrogemus eurn , ut sciamus
i·everentiam eius, et probemus
P
atientiam illius.
A
'
20
Morte
b
turpissima con-
demnemus eum: erit enim ei re–
speCl:us ex sermonibus illius.
1
El Griego M.a:l
(3AE7'0f.t.E~os,
aun so–
lameute v isto
: porque no podemos su–
frir ni au n su vista.
:i
El Griego
els
'M.i{3d"11 J..ov
,
com.o cosa
fa!sa
y
adulterada.
Se dice de los meta–
Ies que tienen mezcla de escoria , tier–
r a. . ..
y
se traslada
los q ue son dobles
de corazon ,
y
faltos de sinceridad .
3
Diciendo , que su fin es d ichoso.
4
•
Hagamos prueba por lo que le ven–
d
ra,
y
por el fin que tendri, si es ver–
dadero lo que dice.
s
El Griego Et
yap
EO"-nv
ci
J"
iltcuos
vios
eeov
,
pot·que si es aquel Justo, HiJo
de Die>,
:
si es aquel Christo qae t anto
tiempo ha que se le espera con el oom–
bre de! Justo.
v
eanse estas mismas pala–
bras puestas en boca de los
J
ud1os perse–
guidores de Jesu Christo. MATTH.
xxvu.
R
Psalm.
xxr.
9.
15
Nos es ins-0portable aun
su vista
1.,
porque su vida no se
semeja a la de otros ,
y
sus cami–
nos son muy opuestos.
16
Somos tenidos por el co–
mo mofadores
2
,
y
evita nuestros
caminos como impuros,
y
pre–
fiere las postrimedas de los jus–
tos
3
'
y
s~
gloda de
e el tie–
ne por Padre a Dios.
17
Veamos pues si son ver–
daderas sus palabras,
y
probemos
lo que le ha de venir,
y
sabre–
mos qual Sera
SU
fin
4.
18
Porque si es verdadero
Hijo de Dios , ampararleha
y
li–
brarleha de manos de sus adver–
sarios
s.
19
Exploremosle con ultra–
jes y con tormentos, para que se–
pamos su mansedumbre,
y
probe–
mos su paciencia
6 •
20
Condenemosle a la muer–
te mas infame
7 :
pues
s~un:ms
pa–
labras habra quien cuidara de el
8 •
6
Ensayemosle , exploremos
y
exa–
minemos , cargandole de ultrajes
y
de
peoas , si se conserva en esta humildad,
mansedumbre , moderacion
y
pacienci'a
que tanto nos predica.
,
7
D e Cruz , que era
la
mas ignomi–
niosa,
y
que se daba
a
los e clavos.
8
Pueden ·darse dos sentidos a este
lugar : Porqu estaremos a la mira,
y
por
lo que diga conoceremos lo qu e es. Por–
que• si son verdaderas sus palabras , Dias
de quien dice que es Hija , le atende ra
y
acudi ri a librarle de nuestras manos. To–
dos los Santos Padres ,
y
par ticula mente
S.
AGuSTI
,
reconocen que todo lo que
se dice aqui d esde el
v .
r
2 .
es una admi–
r able prophecia perteneciente
a
la Pasion
y
Muerte de J esu Christo. Cotejese to–
do con
s.
MATHEO
XXVII.
40. 42.
43·
b
Ierem. xr.
19.