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CAPITULO I.
75
10
Quoniam auris zeli au–
dit omnia , et tumult us murmu–
ratio nu m non abscondetur.
11
Custodite ergo vos
a
mur–
m ura tione , quae nihil prodest,
e t a detraetione parcite linguae,
quoniam sermo obseu rus in va–
c uum non ibit : os autem quod
men itur , occidit animam.
12
N olite zelare m rtem
1n
errore vitae vestrae , neque ac–
qui rat is perditionem in operi–
bus manuum vestrarum.
I
3 Quoniam
a
Deus mortem
non fecit , nee laetatur in per–
di t ione vivorum.
14 ·
Creavit enim ut essent
ornnia : et sanabiles fecit natio- .
nes orbis terrarum : et non est
in illis medieamentum exterrni–
nii , nee inferorum Regnum in
terra.
~
15
Iustitia · enim
perpetua
est et irnrnortalis.
&
Zelosa, o de un Dios que se llama
D ios zeloso .
2
El Griego
x.a1
Spoi.isryoyyu<r
/J.WV,
J'
el
menor susurro
,
r
umor,sonido.
3
Esta es nna diminucion, por la qual
se
dice mucho menos de lo que se sig ni–
:fica. Quie rc decir, es muy nociva
y
per–
n ic iosa.
Y
la p alabra
encubierta,
aunque
sc
h.:iya dicho muy en secreto, no d exara
d e Sc;;r oi ,\ , ni que
ra sin castigo.
4
n especia l siendo con d afio grave
dd
pr6ximo , o tray endo a Dios por tes–
ti go de ella ... o contra la verd ad 9.e Ia
reli gio n
y
Cie l co lto que se debe a Dios.
5
No andeis como a caza de la moer–
te , ni sigais con tanta fariga
y
extravfos
aquelLis cosas q ne os la han de d ar , oi
OS
la ' angeeis
0
atraigais , ofcndiendo
a
D ios con obras de vu cstras manos.
6
P orque lmbiera qoerido qu e t odos
vi viesen : mas
la
muert e e ntr6 en e l mun–
clo por cl pecado ' como justa pena de
el.
a
Ezeclzie l.
XVIII.
32.
et
XXXIII.
II.
Tom. VI.
10
Porque o reja de
z~lo
1
oye
todas las eosas , y el ruido de las
murmuraciones nose encubrira
2 •
1
r
Guardaos pues de la mur–
muracion, que nada aprovecha
3,
y
con tened la lengua de la de–
traccion , porque palabra encu–
bierta no
i
ra en vado : y la bo–
ca que miente, mat a e
' nima
4.
12
No busqueis afanados la
mue rte en el extravio de vuestra
vida,ni os ganeis la perdicion con
las obras de vuest ras manos
s.
13
Porque Dios no hizo la
muerte, ni se goza de la per–
dicion de los vivos
6 •
14
Porque
crio
todas la eo–
sas para q ue fuesen
1
:
e h izo sa–
lLidable todo lo que nace en la
tierra
8
:
y
no hay en el o pon–
zofia de exterminio
9 ,
ni Rey–
no de infiernos en la tierra.
15
Porque la justicia es per–
durable
10
e inmortal.
EzEQUIEL xvnI.
30. Lo que demuestra
asimismo el Apos tol
R onian. v.
12.
7
P ara qu e no pe reciesen.
8
Los elementos, las plan t a· , los
'fru–
tos de la tierra.
N ationcs
,
el Griego
at
~ev€vE£S
'
z.u
g ener acioJzes.
v
ease la
Ad–
v ertencia
al
Libro de los Proverbios.
9
Y
no h abia e n ellos cosa n ociva ,
o
veneno que mata e. Nada d e esto h abia
en el hue rto de Heden ; o si lo habia , no
hubi era clan.ado al hom.bre . V e se S .
BA–
SILIO
H exam. Hom. v.
Ni
1.1
mucrte ni
el
demonio teni a domi nio , o exercia
su
imp
1
b io
so~re
l a tierr a o sobre
los
morta–
l es . Porque todo esto es
fc
B:o de la cul–
pa
y
de la inju sticia d el homb re
ue dio
o idos a las p alab ras de! dernonio.
1 0
L a justicia origina l por si. es inmor–
t al ;
y
si el hombre se hubiera con ervado
en el estado feliz de ella , no hubiera
muerto. El tex to Grieg.
om.aio<ruv11 OE
c;c9"·
vwr os ecr-n,
mas la Justida
es
inmortal~