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ADVE RTENCIA.

C at h61ico o iga todas sus p alabras con el mayor respeto , bumildad

y

sumis ion.

Es e levad a l'l doll:rina que e n el se conr iene ; inspira un profundo respe to hi–

cia Dios ,

y

un grande d esp recio de todo aquel!o que arrebat a en este mundo el

corazo n de los mo rtales : y sos exhortaciones

y

avi~os

van princi palmente encami–

n ados a los Reye s , Poderosos , Jueces

y

Superiores , a quienes pone d elaote sus

cstrech as obli gaciones ,

y .

t ambien anuncia los t erribl es tormenros ,

y

el -seve risimo

juicio que espera a

todos los que gobierna o ;

y

esto con t an vivos colores y con

razone$ t a

foertes , que

et~

toda la Escritura no se leen expresiones m as propias

p ara hace que los hombres vuelvan sobre

Sl ,

ni mas

comodadas para m ove r {os

m as· duros corazones . Lo podemos dividir en tres partt;s : e n la primera h as ta e l

Cap.

V IL

se alaba

y

recomienda

el

amor y estudio

de

la Sabidurfa: en la segunda

h ast,1 el Cap. x. se descr ibe su Celestial or1gen ; - y en las dos se leen cosas admi.,..

rables acerca de la P asion del Divino Redentor, de que se haUa un_ vaticinio mny

i lustre: se dice que no

foe

Dios el que introduxo la mnerte en e l mundo , sino el

pecado

y

la

envidia del demonio ;

y

que nos hizo el Senor un beneficio muy se–

fialado , librindonos prontamente por medio de ella de· las miserias

y

peli gros de

esta vid a ;

y

ultimamente se hallan otras cosas admirables , que justamente ll aman.

y

c~nvidan

toda nuestra atencion

y

meditacion. En la tercera , d es pues· de decir–

se en la ffi troduccion que

la

verdadera Sabidurfa es nn don de

Dios

,

se pasa a

hacer ve1· sus frutos

y

efeCl:os , recorriendose por esto

la historia d e l P en t ateuco

desde Adam· hasta Moyses ,

y

haciendose muchas reflexiones llen as de edificacion.

sobre las plagas de Egypto, en que £e notan muchas circunstanci as que no se re–

fieren en el

{Libro

de! Exoda

:

se nos dan lecciones acerca del modo

y

disposi-

...._cio n ·coa que hemos de leer

la

historia sagrada , para que saquemos frutos copio–

sos de su letl:ura : se nos hace presente la providencia con que la divina Sabidu–

rfa atiende siempre a !os suyos ,

y

castiga a los impios :

y

asimismo la longani–

midad de nuestro Dios , que esti pronto para perdonar a todos;

y

que aun quan–

do castiga a los malos , no lo hace sino es despues de haberlos esperado much<>

tiempo ,

y

convidado de mil maneras a que se conviertan a el , le pidan perdon,

y

experimenten

SU

bondad

y

misericordia ; empleando por ultimo todo

SU

rig<:>r

c o n aquellos que sordos a sus voces , petman1ecen endurecidos

y

obstinados en el

p ecado.

En vista pues de todo esto no podemos dudar , que si leeg os este divino Li–

bro c on la preparacion interior con que de be lee rse la palabra de Dios , su doc–

tr ina sera una eficaz medicina para curar las dolencias

y

ll agas de nuestra alma:

una antorcha

y

luz brillante con q •e eaminaremos sin tropiezo por medio de las

espesas tinieblas que nos cercan por todas partes ;

y

que nos descubriri nuestros

propios , defell:os , para que

~onociendonos

a nosotros mismos , aborrezcamos

y

evi:–

temos odo aquello que pueda desagradar a Dios , abrazando

y

siguiendo solamea–

te

lo que pueda conducir a que le am_emos

y

sirvamos mientras vivimos aqui en

la

ti.erra,

y

a que le gocemos despues por una eternidad en sn Gloria.