C A P I T U L 0 I I.
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funrns fl atus est in naribus no–
stris : et se rmo scint illa ad com–
moveod um cor nostrum:
3
Q ua •extineta , ciois er it
·corpus nost rum , et spi ritus dif–
fundet ur t amquam mollis aer,
et t ransibit v i ta nostra tamquam
vestigium nubis , et s icut nebu–
la
d issolvetur q uae fu__ga ta est
a
radiis Solis , et a
cal~e
illius
aggravata :
4 .
Et nomen nost rum obli–
vionem acci pie t per tempus : et
nemo memoriam habebit ope–
rum nostro rum.
5
'
U mb rae
a
en
i
m transitus
est
tern pus nost r um , et no n est
reversio fin is nostri : quo niam
consigna ta est , e t nemo rever–
titur.
6
Ve ni te
b
ergo, et fruamur
bonis quae sunt ,-e t utamur c rea–
tu ra tamquam in iuventute ce–
leri te r.
7
Vi no p retioso et unguen–
ti s nos impl eamu s : et non prae–
tereat nos fios temporis.
•
Sermo
;
la t·azon .,
o el
~ Ima
segun
el Griego . Y aquella cosa q ne pone en
movimiento vit al el cora zon ,
y
todos
1os miernbros de nuest ro cuer po , el al–
ma, es una centell q ue al fi n se apaga ;
esto es , se retira y sepa ra : y q uand o
sucede esto se convier te en polvo nues–
t ro cuerpo. T ai es el hab la de los impios .
2
Los Philosophos no se convinieron
5obre la natnr,deza de nuestra al ma ;
y
po r lo mi smo
foe
muy convenien te que
Dios r-w.s
revel ase
l.i espiritualidad e in–
mor tal1aad de nues rro ser . Vease
LAc–
TANCIO
de Opif. Dd Cap.
xv11.
3
Nq_ vuclve atras , sino qu'e pe rma–
n ece firi:ne
y
como cerrado con un se–
llo o con un decreto irrevocable . 0
con-
es el resuello en nuest ras na–
rices: y la habla
1
una cen tella que
mueve nuestro corazon:
3
L a qual apagada , cen iza se-
. ra nuestro cue r po ,
y
el es pfrit u
espa rdrseha como el ay re blando,
y
pasa ra nuest ra
v ida.
como el ras–
tro de la
n~be ,
y desvanecerseha
como ni ebla
q
ue es d isi
p
a
de los
rayos del
Sol,
y
oprimida de su
calor
2
:
4 Y
nuest ro nomb re con
el
tiempo caera en ol vido : y ningu–
no conser vara memoria de nues–
tras ob ras.
5
Porque el tiempo
de nues–
tra vida es como sombra que pa–
sa, y no hay vuel ta de n uest ro
fin
3 :
por
q
uanto esta puesto
el
sello ,
y
nad
ie vuel ve.
6
Venid pues ,
y
gocemos
de
los bienes presentes
4 ,
y
usemos
de la criatura sin perder
un
ins–
tan te como en
la
j uven,ud.
7
Llenemonos de vino pre–
cioso
y
de perfumes
5 :
y
no se nos
pase la fior del tiempo.
signata est , non reversio,
se
ha
de refe–
rir a la pa lab ra
n.f...ev-r~
,fin ,
queen Grie-
go es de l genera fc menino .
_
4
P resentes , o t ambie n de Ios que
son verdaderos bienes , porq ue no hay
esa o t ra v ida que suenan esos hombres.
Y use mos de las cosas c ri adas ; como que
s o1~s
jovenes ; como que estamos en
ti empo p ropio de d isfruta r toclo esto . Es–
t a es la concl usion de los libert in os. Pe–
ro S. PABLO por lo mis mo q ue v
1a
que
todo lo del mundo. pa a
co.mosomSra , ex–
horta a des preciar estos
bien.escaducos,
y
aspir ar solo a los espiritua les que per–
man ecen p ara siempre.
r. Corinth.
VJ
r. 29.
s Dice n los impios : E ntreguemonos
a t odo genera d e licencias
y
p laceres.
a
1.
P aralip .
xx1x.
l
5.
b Isai.
x x 11.
1 3 .
et
L XI.
12.
1.
Corinth.
xv.
32•
•