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LA PROPHECIA DE ISAIAS.
4
Dicite
pusi~lani~is
: Con–
fo rtarnini , et nollte tlrnere : ec–
ce Deus vester ultionffil adducet
r etribu tionis : Deus ipse veniet,
et salvabit vos.
o
5
Tune aperientur oculi cae–
corum , et aures surdorum pate–
bunt.
6 T
nc saliet sicut cervus
claudus , et aperta erit lingua
mutorum : quia scissae sunt in
deserto aquae , et torrentes in
soli tud ine.
7
Er.- quae erat arida , erit
in stagnum , et sitiens in fon–
tes aquarum. In cubilibus ,
in
quibus
prius
dracones
habi–
tabant , orietur viror calam· et
iunci.
8
E
eri
ibi semita et via,
ct via saneta vocabitu,r : non
eon
vuestras exbortaciones
y
exemplos,
las manos
y
rod it
lasde estas genres
ti–
midas y flacas , p:;
i.raque II
as de fervor
salgan al encuentro a su Divino Salvador,
y
se empleen en adorarle
y
en servirle .
" El Hebreo :
A los inquietos de co–
razon.
Decid
a esos hombres de corazon
apocado , que no teman , que tomen a–
liento ,
y
que pongan toda so esperanza
en aquel Hombre Dios , que vendri a sal–
v arlos ,
y
a dar al diaW,O una paga de
i–
gualdad o qe retorno ; po
:ws librara
y
sacari de so esclavitud
y
dominio , con ·
que por el pecado de los primeros padres
los oprimia
y
sujetaba. Y asi los
A~osto
les
y
primeros Christianos invoc:rndo
el
nombre de Jesu Christo lanzaban los de–
monios del mundo. Vease S.
GERO
- y–
Mo .
~
Jesu Christo, aquel que vendri
y
n
sa lvara , el mismo es Dios.
2
Para que vean la verdadera Iuz, de
que estaba n privados por Ia ceguedad
y
tioiebl~s
de la idolatrfa en que se halla-
b an sumergidos .
0
3
Para que oigan
la
Celestial dochina
que lei ieri predicada. Y al cumplimiea-
4
Decid
a
los apocados de co–
razon
x :
Alentaos, y no temais:
mirad que vuestro Dios
v~nganza
traeri de retorno: el rnismo Dios
vendra ,
y
os salvara.
5
Ent6nces seran abiertos los
ojos de los ciegos
2
,
y
abrfrsehan
las orejas de los sordos
s.
6
En tonces el coxo sal
tara.co–
mo el ciervo ,._,
y
la lengua de los
mudos sera desatada
5 :
porque cor–
reran aguas en el desierto '
y
ar–
royos en la soledad.
7 Y la
que era seca, tornirse–
ba en estanque,
y
la sedienta en
fuentes de aguas. En las madrigue–
ras
6 ,
en donde antes moraban dra–
gones; nacera el verdor de lC;l cafia
y
deljunco.
8
Y habra all! senda
y
cami–
no,
y
llamarseha camino san-
to de esta prophecfa aluden aquellas pa–
labras del Salvador a los Disdpulos de
Juan :
Decid a
Juan
lo que
habeis
visto:
fos degos
ven
...
M ATTH. XI.
5.
4
Entonces no coxea ran ya , porquc
sed.n fortificados sus pies , para ·q oe cor..–
ran ligeramente por el
~ a mino
de Jos di–
vinos Mandamientos hasta Ilega r a la biena–
venturanza;
y
sera desatada su lengua , pa–
ra que l a empleeo en bendiciones
y
ala–
banzas del Senor
iftodo esto seri efeB:o
de la copiosa lluvia e gracias
y
clones Ce–
lestiales que caera del
Cielo
sobre esta
tierra ' que antes era esteril '
y
se regis–
traba como un desie rto espamoso
y
lleno
de malezas.
s
El Hebreo :
Alabara ,
cantari ala–
banzas al Senor.
6
En las cuevas que an tes daban abri–
go a todo genero de fieras crueles •.vene–
nosas : en sus co.razones corrompidos , en
que antes se abrigaba todo genero de ape–
titos torpes
y
abominables , n ace ri elver–
dor de la gracia y de las virtudes, que los
mantendra n en vigor , para que no cedan
a tentacion alguna, ni a las persecuciones.