LA
PROPHECIA
DE ISAIAS.
et omnes Prin cipes eius erun t
in
nihiJurn.
r
3
Et orientur
·
domibus
eius spinae e t u rticae et pa–
liu
ru
in munitionibus eitls : et
eri t cubile draconum ,
et
pascua
struthionum.
14
Et occu rrent daemonia
onocen
uris , et pilosus clama–
bit alter ad alterum : ibi c uba–
bit lamia , et invenit sibi re–
quiem.
I
5
Ibi habuit
fo veam eri–
cius , e
enucriv1t catulos , et
circumfodi t , et fovit in umbra
eius: illuc congregat i sunt mil–
vi alte r ad al terum.
16
Requir ite djligenter . in
libro D 0mini , et legi te : unum
ex eis n n
uit , al te r alterum
non q uaesivit : quia quod ex
los otros P rlncipes sus
coligados . L os
h ombres que sobrevivi ran a bs ultimas
plagas implor:irin el favor de al guno de
cstos ; pero todos ellos c
.:odo su po–
cler sed.n ani qu ilados.
'
Todo csto sirve para dar uoa idea
del triste estado a q ue
fu e
red ucida la
Idumea ;
y
asimismo el que tendr:i el
mundo en su fin .
s
Monstruos que· fin g ie ron Ios Poc–
tas , formados de dos cuerpos , uoo de
asno o de caballo ,
o~de
hombre.
El vulgo rudo , como aca eci"O en la
A –
me ric.t -quando vieron a los primeros Es–
p aiioles a caballo , cre1a que era un so–
lo
cuerpo ,
y
un so lo animal :
y
o t e–
n iendo nomb re propio que ponerle , se
lo diero n d 1 exe rcici o del que cab alga–
ba ; esto
es
,
de
K E_V'l'"Ei"v ,
herir, aguiJo–
nea
o
acosar
los toros con d ardos , o
con va ras armadas de puotas de hierro.
3
A lgunos en t ienden por
L amias,
u–
nas fieras de 1a Lybia, cuya dcscr ipcion se
puede lee r en D ro C HRYSOSTOMO
Oral.
v.
que tiene por tftulo
F abula e,
Lybicae;
c n lo que es visto que la s t ieoe po r
fa–
bulosas , fingi endolas semejan tes a las
Si-
co el socorro de
~n
Rey,
y
todos
sus Prfocipes e volve rin en
n
da.
13
Y
naceran en sus as
es–
p inas y ortigas y cardo
en
us
fortalezas :
y
se ra
condrijo de
d
ra gones ,
y
pas to de avestr u–
ces
1
•
14
Y
se encontraran los de–
monios con los onocentauros
2
,
y
el saty ro g ritara el uno al otro:
alli se ec
6
la lamia
3
,
y
hallo
I
r epo o pa ra
SL
1
5
Alli tu
vo
su mad riguera el
erizo,y nutri6 sus crias, y cavando
alrededorlaensanch6,ylosabr~
g6 a la sombra de ella: all! se j un ta–
ron los milanos el uno con el otro.
16
Mirad atentamente en el
libro del Senor
4,
y
leed: ·no
fal~
to
una sola cosa de aquellas, el
u no no demand6 al otro: porque
renas.
Asimismo segu n los Poetas
y
otros
Escritores prof.mos, eran unos espeCl:ros
n oCl:u rn os q ue se comia n o chupaban los
niii s de pecbo , como es ta persuadido
el comun d el vu lgo ignora nte . Lo qnc a–
qu i se qu iere dar a en teoder es, qu e la
Id umea como fi gura d e la tierra en
SU
ul–
ti ma ruin a qnedaria t an d esierta , que so–
lamente podria ser habitacioo propia de
fieras, de aves noCl:uroas , de monst ruos,
de demonios, de esp eCl:ros , como fucron
creidos anti gua1
te
los
Onocen tauros,
L amias o Siren as , y los Sa tyros oFaunos.
•
Como si dixc ra : Qu ando fu ere d es–
truida la Idumea , coofrontad todos los
m ales
y
calamidades que entonces ven–
dra n sobre ella, con los q ue yo agul os
di
que le _ha11 de venir,
y
con los que
h an an un c iado tambien los Prophetas
A–
mos, ·D avid
y
B alam ,
y
halla reis q uc ni
uno solo faltara :
y
que el uno
·, ti e nc
necesidad de esperar ni Hamar a l o tro,
porque el mismo acudira sin ser buscado
ni ll amad o ; por quaoto todos ellos se
prese ntaran como un exercito bien for–
m ado, para obedecer puntualmente Jo
invi olables decretos
y
ord enes d e! Senor,;