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LA PROPHECIA DE ISAIAS.
quo nulla est sapientia.
20
Respice Sion Civitatem
solemnitatis nostrae
~
oculi tui
videbu nt Jerusalem , habitatio–
nem opulentam , Tabe rn a€} ulum
quod nequaquam transferri po–
terit : nee auferentur clavi eius
_in sempiternum , et 6mnes f u–
niculi e· s non rumpentur:
21
Quia solummodo ibi
ma–
gni:ficus
est Dominus
noster:
locus
fluviorum
nv1
latissi–
mi
et patentes : non
transibit
per euQY:' navis remigum , ne–
q
ue
trieris magna transgredie–
tu
r
eum.
22
Dominus enim Iudex no–
ste r , Domi nus Legifer nos .r,
Dominus Rex noster : ipse sal–
vabit nos.
23
Laxati sunt funiculi tui,
et non praevalebunt : sic erit
~
Volved
·10s ojos ,
o Ciudadanos de
Sion , a Ia Ciudad de nuest
grande fies–
ta. 0
tambien : Volved los ojos a Sion,
Ciudad no de miseria ni de tristeza , si–
no de gozo
y
de fiesta , que celebrare–
mos en e lla perpetuamente . Algunos Pa–
d res entienden esto de la I glesia Trium–
phante ;
y
otros de la Militante.
9
Por todas estas expresiones se sig–
nifica la perpetuidad
~nmo
ilidad de la
· I g lesia : par las
estacas
se
tienden sus
Dotl:ores ;
y
par las
cuerdas
,
sus !eyes
y
preceptos , contra la qual no podrin
prevalecer las puertas del infierno.
3
En aquella Patria Celestial es en
donde el Sefio r se mu es tra en toda su
. grandeza
y
magni ficencia a sus escogi–
dos
bienaventurados : alll habra un
g ran e rio ,
Apoc.
xx
II :
d el que saldri n
mochas canales de pur!simas aguas , que
$e derramaran par todas p artes ; en lo
que se ·significa la plenitud de los dones,
del eytes
y
gozos que derramara ·el Sefior
robre todos las bienaventurados. Y en es–
te grande rio no podri entrar ninguna
gua, en quien no
hay
saber alguno.
20
Vuelve los ojos a Sion
c
Ciudad de nuestra solemn
id
ad: tus
ojos veran a Jerusalem, morada
opulenta , Tabernaculo
2
q ue no
podra ser trasladado: ni seran ar–
rancadas sus estacas para siempre,.
y
no sera rota ninguna de sus
cuerdas:
21
Porque solamente alli
se
muestra nuestro Sefior en magni–
:ficencia
3 :
aquel es lugar de
rios
y
de arroyos muy anchos
y
abier–
tos : no pasara nave de remos por
el ' ni galera grande de tres '
6r–
denes de remos lo pasara.
22
Porque el Senor es nues–
tro
J
uez , el Sefior nuestro Le–
gislador , el Senor nuestro · Rey:
el mismo nos salvara
4 .
23
Afloxadosehan tus cuer–
das
5
' ·
y
no resistiran: tal sera tu
nave grande
o
pequena de enemigo , que .
turbe la paz de sus Ciudadanos , o que
les cause el menor d afio o incomodidad.
Toda esto se puede explicar t ambien de
la I g lesi a Militante, en d ond e J esu Chris–
to par medi o de sus santos Sac ramentos
y
de la infusion de los Dones de su Divi–
na Espiritu, riega , mantiene
y
llena 'de
gracia a
las
fieles , librandolos de los a–
saltos
y
asechan
,de todos sus enemi–
gos. V ease el
a .
L XVI.
4
Apenas ·se pueden aplicar estas ex–
presiones a Ezequias
y
a su reynado , si–
no muy imperfetl:amente , y en quanto
fi guran al Rey , J uez, Legis lador
y
Sal–
vacl_-'\lr d e l mundo , Jesu Christo.
s
Estas · parecen p alabras que di rige
el Propheta a Senaquerib , continuando
l a alegorfa de la nave : porque la :·..;uerdas
con que se man t en ia
tu navfo se han
atloxado , desatado , roto e
inutilizado,
y
no puede n mantener levantado
y
en
SU
lugar el arbol may"or. Seri este derri–
bado'
y
no podras poner en el como so–
li as tu estaudarte. Luego que el Angel