LA PROPHECIA DE ISAIAS.
minus ut rnisereatur vestri : et
ideo
exaltabitu r
parcens
vo–
bis
: quia Deus iudic\i Domi–
nus: beati omnes qui expectant
eum.
19
P opulus eni
m Sion habi–
tabit in Ierusalem :
plora.nsne–
quaquam plorabis ,
mise a nsn:;ii–
serebitur tui : ad vocem clamo–
ris tui statim ut audieri t , re–
spondebit tibi.
20
Et dabi t vobis Dominus
panem a rct um , et aquarn bre–
vem: et nQn facie t avolare a te ul–
tra docto rem tu um : et erunt oculi
tui videntes p raecep torem tuum.
21
Et au res tuae audient ver–
bum
post
te rgum . monenti :
H aec est via , ambulate in ea:
et non
de~1ine~
neque ad dex–
teram , neq ue ad sinistrarn.
2 2
Et contaminabis larninas
scul ptilium argenti tui, et ve–
stimentum confla tilis auri
tui,
et disperges ea sicut immundi–
tiam menstruatae. Egre ere , di–
ces
ei:
dad le arrebate de entre las manos. Mi–
rad que el Senor es un Dios justo, y que
no hay burlas con el ;
y
que solo libra
bien y es dichoso el qu
l'one ..n 61 toda
su esperaoza.
• Despues de las amenazas , pasa el
Propheta a consolarlos con l a libertad
que teodri an del cautiveri o de 1os Baty–
l onios, diciendoles qne volveri an a Jeru–
salem ; pero todo como figura del Pueblo
Christiano , q ue estaba destin ado para
h abit
?adficameo te en la espiri tual J e–
rusale
, que es la I g lesia,
s
Cesaran de todo punto tus lag ri–
rnas, porque e l Senor las enxuga ri.
3
Daroslza
po_r alg un tiempo
pan
es–
trecho
, de congo1a , de tribulacion ; asf
el H ebreo :
y
agua poca
, de angustia , de
opresion ; asi tambien el Hebreo : por Se-
para t ener misericordia de voso–
tros : y por esto s ra ensalzado
perdonandoos: porque el Seno r es
Dios
de equidad : bienaventura–
dos todos los
q
ue lo aguardan .
:rg
Porq ue el Pueblo de Si6n
mo rara en Jerusal em
1
:
llorando
no lloraras
2
'
el perdonandote ha–
r a rnisericordia contigo : l uego
.
q ue oyere la voz de tu clamor, te
res pondera.
20
Y darosha el Senor pan es–
t rec ho , y agua poca
3
:
y
de alli
adelante no ha ra que se aleje de
ti tu Doctor: y tus ojos esta rah–
viendo a tu Preceptor
4 •
~
1
Y tus orejas oiran a tus es–
paldas la palabra del que te aqio–
nesta , diciendo: Este
es
el cami–
no
s'
andad en el:
y
no torzais ni
a ·
la
diestra , ni a la siniestra.
2~
Y profanaras
6
las larni nas
de plata de tus idolos,
y
la vesti–
du ra de tu oro fundido ,
y
las
a partaras asi como pafio de mu–
ger inmunda. Vete de aqu.l , le
diras:
n aquerfb ,
y
en el cautiverio d e Babylo–
ni a. Habra escasez de pan , y falta de
agua ,
y
d e todo lo necesario pa ra la vida.
4
H ara que
.
~
fa lten P rophetas
que t e ensefien , in struyan y corrijan . La
I g lesi a en
el
Ofi~ io
d el Adviento ap lica
estas p alabras a J esu Christo , Maestro
u–
n ico y Dotl:or verdadero de todo el mu n–
do. Y as! la libertad del cau ti verio d e Ba–
byloI€:a es aqu l. figura de la libertad del
Pueblo Chri stiano .
.
5
El camino derecho
y
seguro.
'
D etestaras
y
d esecharas d e
t
co–
mo un p afio lleno de inmundicia , las es–
t atuas de ms fdo los y sus adornos, au n–
q ue sean de oro y de pl ata ,
y
!es diris:
F11 era , fuera d e aquf ; arrojad los simu–
lacros en un mul ada r; porque ellos han
conta,IUinado
los
corazones de las
~entes.