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CAP I

TU

LO V.

41

ter

meus

intremuit ad

taCtum

eius.

5

Surrexi ut aperirem dile–

Cl:o meo :. rnanus meae

stilla–

verunt myrrham , et d igiti mei

pleni myrrha probatissima.

6

Pessulum ostii mei aperui

dileCl:o meo : at ille declinaverat,·

atque transierat, Anima mea

li-

Aldeas

y

en las casas de los pobres, que

u san c!e un palo o made ro, y moviend o–

l e a

un

lado

y

a ot ro ab ren o cier ran

fa–

cilme

re.

O rros entienJ e n que met io la

mano por un

especie de vent anill a o a–

b ertu ra , lsAr.

xx11. 22.

que habia e n la

puerta o en

la mi ma cerradura , p ara

t anrear si podia levantar e l p es tillo, y abrir

l a puerta. E n todo lo qual

se

represe nta la

fo erza y eficacia de la divina gracia, p ara

quitar la durez a del corazon ,

b

res isten–

ci a y la tardanza , qne s.e oponcn al cum·

p li mien to de lo que qui ere el E sposo;

y

el

modo con que mueve

y

dete n:n ina a los

que as1 llama , a que le obedezcan , se le–

vanten y corran a abrirle sin dilacion .

As1 el Hebreo ; lo mi smo tras lado

SYMACO

Kal

-ra

ifvnpa

µou

f.-rapa x,911,

que es lo que tambien se significa en la

Vulgata. Esto es, en el punro· mi smo qne

le sent! meter la mano y tantear p0r le–

v antar el pestillo, me tnrbe t oda, y me

levante corriendo a abrirle. Luego que el

Senor quita la dnreza d e l cnrazon , y los

impedi mentos que d etieneu su g racia , se

d es pierta en el aim,

el pecad o r la con–

pnncion, e l slnce ro arrepentimiento

y

las

lagrimas . Las p alabras que se leen en

nues~

tra

V

ul gata ,

ad taftum eius,

no se ha–

ll

an en el Hebreo ni en .los

LXX.

sino en

su Inga r

br'

avT6v

,

sobre

el,

viendo el

e

fu erzo qne hacia para abrir , y el traba–

jo qne le co staba.

~

El Esposo con solo tocar e l pesti–

llo y la cerradu ra con sn dedo, la dexo

t an

li enas d e licor de escog ida my rrha,

qu e quando acudio la Esposa a levantar

el pestillo , con solo el cootaB:o se Ueno

t ambien lJs manos de aquel ungiicnto de

snav! imo y subid!simo olor.

Myrd1a muy

pro/Jada ,

qui ere decir, la mas excelen-

Tom.

VI.

de

el

conmovieron se mis entra–

fias

1 ,

5

Levanteme para abrir a mi

amado : mis manos destilaron

myrrha ,

y

mis dedos llenos de

myrrha muy probada

2 •

6 Abr ' a mi amado el pes·

tillo de la puerta : ma

el

se ha·

bia ido

3

,

y

se habia pasado. Mi

t e y preciada. La pal abra H ebrea .

::;rv

ng lwbher

significa

corriente ,

o q ue pasa po r

bnen a por tod as p artes , conforme a lo qne

se dice d e la moned a d e ley , q ue es mo–

n eda que corre . E l

M.

L EON

y

otros ex–

plica n esto , presu poniendo , qne leva n–

tfodose la E sposa ,

t om6

al gun borecil lo

d e my rrh a p ara ofrece rlo al .&fposo,

y

qne con la priesa que llevaba de abrirle

estuvo a punro de caersele; p ero al fin se

le volvio y derramo ent re las manos ,

y

sobre los goznes de la aldaba que estaba

abriendo. En esto se da

entender el

nuevo esplritu que recibio la Es posa ,

y

que le fue comnnicado por sn Esposo;

con el qnal, sintiendo la suavidad y fra–

grancia de la gracia que habia d erramado

sob re ella, se vi o re ves tida d e nn anevo

esfoerzo, y que exhalaba de

SI

sus mismos

Olores ; y de aqut comenzo a condena r

SU

t ardanza

y

pereza en no haberse resuelto

a levantarse luego a abrir a un Esposo tan

amable ,

y

tan lleno de suaves

y

olorosos

p erfumes . L a myrrha en este lugar se to–

m a por la penitencia ,

y

por los

pi adoso~

afeB:os d e l alma .

3

E stas paJ abras que parecen como

de

asombrada

y

medio foera d e

SI,

d an bieu

a

eiatender qufo corrida

y

triste quedo la

Esposa d e su descuid o : Jo qua! se mu es–

tra tambi en e n la repiticion de su d ec ir,

que se habia ido

,

y

5ue

s~

habia

asado .

Mi anima

Sfl

derr itio luego que hablo;

esto

es, d erritiose mi alma en amo r y p ena al

ver que se habia ido ; mas yo ire y le b us–

care a voces, henchire ei'ayre de! sonido de

su nombre , para que me responda

y

ven–

ga a ml :

j

Mas ay de ml ! qne buscandole,

no le hall o , y ll ama ndo le , no me res–

pond e.

M.

L EON. Como si dix era:

Me

quito de nuevo aquella luz extraordinaria

F