EL CANTICO DE LOS CANTICOS.
CAP ITU L 0
V.
Convida la Esposa al Esposo a sus jardines. Se celebra alll el convf–
te. Cara/Jeres que distinguen
at
Eiposo.
1
Veniat dilectU:s meus in
I
Venga mi amado a su
hortum
.mm , et comedat fru-
huerto
1
,
y
coma el fruto de sus
ctum porno
rum
suorum.
Veni
in
manzanos.
He
venido
2
a mi huer-
~~
r
En el Hebreo las p rimeras pal ahras
de este vers!culo se leen unld as con las
ultimas del C apftu lo precedente; bien que
todas ellas pertenecen al mismo seotido.
La E sposa -manifiesta el deseo que tiene
d e que su E sposo ven ga a su jardin ,
y
que all f coma d e
ms
frutas ; d ando a
e.n–
tender par media de este estilo
y
lenguage
figurado,
\j
disposicion
en
que est<1 ba su
corazon respe to d e su Esposo. En el
H ebreo se· lee :
EI fruto de
sus
dulzu–
r as
,
coma en el
v.
13.
de! Capltulo
precedente ; esto es , sus fru tas dt!lces
y
de ljcadas .
s symbolo de
la
I gles ia
este huerto :
'fa s m anzanas
o. frutas sua–
ves ' son las buenas obras de lqs esco-–
gidos' que como las arboles fiore ceo
y
fruB:ifican en este huerto.
Y
J
esu Chris–
to se de ley ta
y
apacie nta con ellas , co–
mo con un manjar muy delicado
y
sa:..
broso
a su paladar.
2
Aun no bien hab ia acabado la Es–
posa de hace r el convite, qa aodo lo ad–
rnitio el Esposo , prendado d e! slncero
a
feB:o con que se le hacia.
Y
asf di ce:
He
venido
a mi
huerto, kermana .
...
D ebese
notar , que como
Yf~e
ha adv ertido en
otros muchos lugares , es esto muy fre–
qiiente en la Escritura , usar el prete rito
por el
fut1.1ro,
y
al contrario;
y
es to semve
principalmen te en las promesas que la ai–
vina palabra hace par su s Prophetas , pa–
r a mnstrr que son tan ciertas , coma si
foes en pasadas
y
cumplidas.
Y
no so–
lo esto , sino que
ta~ itamente
le insi–
nua que ira con sus ami gos
a
regoci–
jar se en su hucrto :
y
como si estuviera
ya en e l, convida a es tos
a
que se ale–
g ren,
y
beban hasta embri aga rse ; no por–
que e sto habia d e ser as! , sino por un en–
•arecimiento d e lo mucho que d eseab'a
que se regocijasefl
y
alegrasen , que es lo
que qui ere sigoificar esta expres ion de las
Hebreos. Las gentes , quando salen a una
Quinta a recrearse allf un di-a, Ilevan vian–
dJ1s
y
vino : alli cameo
y
meriendan : ro–
man yerbas olorosas
y
flares,
y
cogen
de
l as fr utas que hay en e ll a. L as viaodas que·
·aqu l se proponen, leche, vino ; pan ales
d e miel, son convenientes a las personas
d e pas tores q ue aquf hab lan. Puede tam–
bien entenderse con
S.
GRE.GOR IO NYSE–
NO,
q ne el Esposo, despues de haber sido
convid ado por la Esposa , se retiro de su
presencia , di ciendo le , que iba a Jl amar
a su s amigos ,
y
tr aer algunos presentes
para que fu ese mas solemne e l conv"ite,
y
mas cumplida la alegrfa.
Lo
que executo
prontamente ;
y
volviendo, despues de
h abcr prevenido todo lo necesario , se
si en ta a la 01esa,
y
exhorta a las co.nvida,–
dos a que se alegren
y
regoci jen en obse–
quio de su Esposa, En el sentido espirirual .
denota la Encarnacion d el Verbo , que
se efetl:ua a las preces d e
fa
I g lesia , segun
aquello :
H eme
aqul
lsAI.
L VIII.
9.
Christo la llama
hermana
,
par la natura–
leza que tiene comun · on ella :
y
Espo–
Stt,
par el desposorio d e
la
fe.
Qui ere que
asistan a este convite sus
ami,gos
,
que son
aquellos justos qu e se aplican a procurar
su propia perfecci on :
y
sus
muy
ama–
dos
,
que son los perfeB:o s , a los que ex–
horta
a
emb ri agarse;
esw
es , a saciarse de
aquella mi e l, vino
y
leche, para emplear–
se desp ues en so li citar la santificacion de
sus proximos,
y
e n inspirarl es su amor
y d eseo.
En
este convite se fi gura
la
Eu–
caristfa. L a
myrrha
es e l Bautismo , par
el qu al somos enterrados con Christo.
Ninguno es admitido
al
convite , S'i
no
es
intes ungido con myrrha. Los otros
ar o-
l
e
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