C APITU L 0 V.
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hortum meum, soror mea Sponsa,
messui myrrham meam cum aro–
rnatibus rneis : cornedi fa vum
ctim rnelle rne0 , bibi vinum
rneum cum lacte meo : come–
dite , amici , et bibite , et ine–
briamini , charissimi.
2
Ego dormio, et cor meum
vigilat :
vox
dilecti mei
pul-
mas
son los Dones del Espfritu Santo.
El
pan,d
es el Cuerpo de Jesu Christo,
fab ricado en las purlsimas
entrafi.asde Ma–
rfa. La
rniel ,
la espiritual dulznra que se
perd be de este parral. El
vino,
el ciliz de
salud de la Sangre del Senor. La
leche
,
la
d0Cl:ri
0
na de los secretos de la divina pa–
labra. De estas cosas se apacienta Jesu
Christo en sus miembros, quando los que
Jes son fieles las comen y disfrutan, sien–
do a un mi smo tiempo el que convida
y
el convidado, y convidando a todos con
las mismas palabras que dixo a sus Apos–
toles :
Comed de este todos
:
Bebe.d de
este todos.
MATTH. xxv1. 27.
et
1.
Co–
rinth. x.
3.
4.
Aqui da fin el
BossUET
al
tercero dia de las bodas.
Hase de entender aqul , que con–
cluido el convite se foe el Esposo ,
y
-vino la tarde , y paso aquel dia , y ama–
necio otro : y la Esposa cuenta lo que en
aquella noche le habia acontecido con sa
Esposo ' que la vino a ver '
y
llama a
SU
puerta ,
y
por poco que se detovo en
abrirle , se torno a ir: lo que foe causa de
que ella .saliese de su casa, perdida de no–
che , y se foese a 1-carle : lo qual todo
cuenta ,
y
cada cosa en particular con
extrana gracia y sentimiento. M. LEON.
S.
AMBROSIO ,
a quien han seguido algu–
nos otros Inte rpretes , dice: Que embria–
gada la Esposa de los Divinps Mysterios,
y
como adormecida con el vino Celestial
del banquete de su Esposo , da gritos en
medio de! trasporte en que se halla, di–
ciendo :
Yo duermo.
Otros lo exponen co–
mo que cuenta a sus compafi.eras un sue–
fio que habia tenido ;
y
de este modo se
cue
pueden
1
c"b'J lcar , segun el H ebreo , estas
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mi corazon
ve
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en
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ras :
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er
dormia ,
to , hermana mia Esposa , he
segado mi rnyrrha con mis aro–
mas : he comido panal con mi
miel , he bebido mi vino con
mi leche : corned , amigos ,
y
bebed ,
y
embriagaos , o
mu
y
amados.
2
Yo Quermo,
y
mi corazon
vela
1
:
voz
de
mi amad que lla-
que podia este corazon sonar velando,
si–
no en su Santo Esposo? No hay tampoco
que
extrafi.ar, que vuelva aqui a repetir
una parte de las cosas qoe habi a ya dicho
en el Capitulo
ui.
Porque (qui! podia ser
el objeto mas ordinario de sus pensamien–
tos
y
de sus sueiios, sino todo lo que mi–
raba
a
aquel , a quien con tanta razon a–
maba tan tiernamente
?
Yo dorwia , dice;
pero mi alma , libre de las ataduras del
cuerpo ,
y
solicita por la ausencia de mi
Esposo , no cesaba de revolver sus acos–
tumbrados pensamientos. En esto estaba,
quando llego mi Esposo,
11~6
a la pner–
ta , y me dixo con palabras de la mayor
ternora que le abriese. Conod su voz,
y
habiendo tardado un poco en abrirle , se
foe. En este sueno de la Esposa , segun
la exposicion de S.
AGUSTIN,
se describe
la
vida sosegada , libre y desembarazada •
de los negocios del siglo, a los quales dan
de mano los que de veras buscan a Dios,
por aplicarse del todo al estudio de la Ce–
lestial Sabidurfa. Algunos quieren qne la
segunda parte de estas palabras se entien-
da de! Esposo, a quien llama
su corazon;
porque se lo tenia robado. Y en este sen–
tido dice , como lastimandose de! trabajo
de su Esposo: Que mientras ella reposa-
ba
~su
corazon , esto es , su:Esposo, ve–
laba. Dios muchas veces , quando los su–
yos estin mas olvid ados de el ' entonces
por su grande amor los vela
y
I
rodea
con mayor cuidado.
M.
LEON.
Buena
prueba tenemos de esto , en lo que quiso
el Senor darnos a entender , quando es–
tando en el huerto , dormi an con un sue–
no tan pesado
SUS
tres Disdpulos ' mien–
que el mismo Senor estaba tan desvelado,
orando
y
derramando su sangre con tanta
voluntad por
su
salud
y
remedio.•