Table of Contents Table of Contents
Previous Page  296 / 682 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 296 / 682 Next Page
Page Background

EL LIBRO DEL ECLESIASTICO.

conseguarls corroga tiof) is.

4 Loquere maior natu : de–

cet enim

te

5

P rimum verbum diligenti

scientia , et non imped :as musi–

cam .

6 Ubi

auditus

n

1

est , non

effundas sermonem ,

·et

impor–

tune n6li

extolli

in sapientia

tua.

7

G emmula

carbunculi

in

ornamento auri , et comparatio

musicorufu in convivio vini.

-8

Sicut in fabricatione auri

signum

est

smaragdi , sic nume–

rus musicorum

in

iucundo

et

moderato vino.

9

Audi tacens , et pro u-e–

verentia accedet

tibi

bona gra–

tia.

IO

Adolescens,

loquere in tua

.causa vix.

11

Si

bis

ris ,

~abeat

tu

um~

interrogatus fue–

caput

responsum

digno de

la

porcion que

se

recoje

r~

4

Habla tu que ere

el

mas :

anciano

2

:

pues a

ti.

te con iene

5

La primera palabra con

exquisita ciencia

3 ,

y

no impi–

das

la

rn usica ""·

6

No derrames

pa

la

brass, en

donde no hay quien te escuche,

y no hagas ostentacion de

tu

sa–

ber

6

fuera de sazon.

7

La

piedra del carbunculo

1

en

engaste de oro, y

un

concierto

de musicos en un convite

de

vino.

8

Como el sello de esmeral–

da engastado en oro , asi

es

la

armonfa de la musica

8

en el

alegre y moderado vino

9.

9

Escycha callando

10 ,

y por

tu

modestia

11

te conciliaras

la

buena gracia.

IO

Habla con dificultad ,

a

j6ven,

en lo que

a

ti

te toque.

I I

Si

fueres preguntado dos

veces , tenga

princi

pio

tu res–

puesta

12 •

~~

1t

Otros :

ta

dignidacl

cte

set·

hortra–

do

de todos. Otros : La honra de

depo~

~

itar en t

us manos el escote

co~

que con–

t

ribuy.cn

las que asisteo al conv ite.

2

L

os aoci anos son los prime ros que

deben habl ar.

3

M irando bien

1{'

que dices

,

y qoe

sea alg una cosa de i nstru cion

,

expre–

sada con discrecion y agud eza.

4

Hablaodo foe ra de tiempo,

y

quan–

do se ha de callar

,

para oir

los

concier–

tos musicos. Esto se acostumbraba

ntre.

las Griegos

,

L atinos

,

H ebreos , y aun

eotre las primeros Christiaoos en sos

A–

g ap

,

coma Jo atestigua

T ERTULlANo,

BaRONJO

y otros.

·

5

E n donde hay mucha confusion

y

buIla , y no sedan oidos a lo qne se dice.

6

El

Griego en alguoos Libros

o7rolJ

ap'

H.oa/ILa

,

J.A.i-1

EKXE1;1S

A.aA.iav,

xa:l

a'if.a:i–

pw>

/.<.~

c

ro<f>is ou

,

quando

se

toca o can–

t a zma cosa d igna d e oirse no hables,

1#

hagas

int~mpcstivamente d~i

s4bio.

Machos por dar a entender qae son in–

teligentes en la musica , SOil muy moJes–

tOS a los que tienen al lado con sus ·im–

portuoas consideraciones

y

reparos ,

y

entretanto no los dex:.an oir ni disfrutar

Ja suavidad y melodfa de

lo

que se

to~

ca o canta. Alegoricamente se oos encar–

ga aqul que no

int~aumpamos

intempes–

tivamente aquellos discursos que hacen

otros con gracia y con erudicioo.

7

_Lo que es el carb ll.nculo en un en–

g as te de oro, es la mt'1sica en un convite.

8

0

la melodfa , segun el Griego.

9

En un convite en que reyna

la

aleg rfa , la modera·cion y la templanza .

.1 Q

Puede ser conclusion de

l et

que ha

dicho, o introduccion a lo que va a dec ir.

u

Por

tu

respeto

y

tu buena criaoza

te grangearas el agrado de todos.

n

Abre entonces tu bo9a , y comien–

za a responde r. Como si dixera :

Si

te

preguntaren aa n d e aq uello misino que

t e perteneGe : c:il Gri ego

d

x,pc. i"

aw,