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CAP ITU LO
XX XI II.
nae Dorninus separavit eos
et·
immutavit vias eorum.
'
12
Ex
ipsis
benedixit
et
exaltavit : et;. ex ipsis sanctifi–
cavit , et ad se applicavit : et
ex ipsis maledixit et humilia–
vit, et convertit illos a separa–
tione ipsorum.
I
3
Quasi
a
lutum figuli in
manu ipsius , plasmare illud et
d isponere.
14
Omnes viae eius secun–
dum dispositionem eius : sic ho–
mo
in manu illius qui
se
fee
it,
et reddet
illi secundum iudi–
cium suum.
I
5
· Contra malum bonum est,
et
contra mortem vita : sic et
contra virum iustum peccator.
Et
sic intuere in omnia opera
Altissimi. Duo
et
duo ,
et unum
contra unum.•
1:
Los cstados , condiciones , incli–
naciooes de los descendientes de Adam.
~
Algunos hombres destiae a su mi–
nisterio , como a Aaron
y
a
los Levitas.
3
Como a Esau
y
a Hell , de
cuya
familia traslad6 el Sacerdocio.
• Despues que ellos por su libre al–
ved rio
y
perversa inclinacion se separa–
ron de Dios ; usando d e su absoluto
y
soberano poder , just1simamente los se–
par6 t amb'ien de la ber'?dicion
y
felicidad
de los justos. El Griego
ecv€<Prpe~ev
av-
•
't'OV5
a~o
a"ra<J'EW5
au-rwv
,
fos
trastor–
n6 de su
estacion.
Lo qual puede muy
bien entenderse de los Cananeos, a quie–
nes Dies arroj6 d.e las tierras que ocu–
p aban , para que
entrase~
a
po~eerlas
los
Hebreos. De lo que aqm se dice no se
infiera q J e Dios aborrece al hombre , si-.
no al hombre pecador.
S.AUGUST.
Lib. r•
.
ad Simpl.
Quaest.
II.
Dios
~o
quiere la
condenacion de ninguno ,
s1110 que
se
cumpla el orden de su justicia ; _esto
eit
a
Roman.
1x.
21.
sabe.r los distingui6 ,
y
vad6,.!os
camrnos de ellos
1 •
I 2
De ellos a unos bendi–
x.o
y
ensalz6
2
:
y
de los mis–
mos santific6 ,
y
tom6 para
si:
y
a
otros mald ixo
y
abatio
3
y
trastornflos despues de su
se~
paracion
4. ,,
I
3
Como el barro
d~
olle–
ro en su mano , para hacer
y
disponer de
el.
14
Todos ·sus caminos
s
a
disposicion de el : asi el hom–
bre en. mano de aquel que le hi–
zo a el ,
y
le dara- a
el
segun
su
juicio.
I
5
Contra el males
ta
el
bien
6 ,
y
contra la muerte la vida: as! tam–
bien contra el hombre justo el
pe–
cador.
Y
asi
has de contemplar to–
das las obras
del
Altisimo. Dos
y
dos
7 ,
y
la una
opuesta
a la
otra.
que se condene el que muere en pecado.
D. TnoM.
i'17o1. Distin8.
ultim.
Vean–
se
los
Proverb.
XVI.
4.
La semejanza
del barro que aqui se trae , solamen–
te
indica que toda la masa quedo cor–
rornpida por el pecado de Adam ,
y
qu~
Dios a una parte de ella dio su bendi–
cion ,
y
a otra dex6 en su maldicion.
s
Race del barro lo que quiere. Vea•
se
S.
P A BLO
ad R C/n.
IX.
2
r.
6
Como si :rlixera :
Y
no solamente
en los hombres se advierte esta diversi–
dad
y
oposicion que uno sea bueno
y
o–
tro malo , uno feliz ,
y
otro desgraciado;
sioo
t~bien
en casi todas las otras cosas
que Dios · ha pareado,
y
queri9o que las
unas fuesen contrari as
a
las otras ;
y
to–
do para el complemento ,
~erfoccion,
· a–
riedad
y
hermosura del urnverw.
S. Au–
GUST.
Lib.
Jn.
de Civit.
Cap.
xv111.
7
Pareadas ,
y
la una contraria a
la
otra.
A
esto alude aquella sentencia:
Op–
posita iuxta se posita ma$is e/u(;escunt.
•
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