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CAPITULO XXXIV.
299
adiu torium casus , exaltans ani–
mam , et illumlnans oculos, dans
sanitatem et vitam et benedi–
ctionem.
2 I
Immolantis
a
ex
iniquo
oblatio est maculata , et non sunt
beneplacitae subsannationes in–
iustorum.
22
Dominus solus sustinen–
tibus se in via veritatis
et
iu–
stitiae.
23
Dona
b
iniquorum non
probat Altissimus , nee respicit
in
oblationes iniquorum : nee in
multi'tudine sacrificiorum eorum
pro itiabitur peccatis.
24
Qui offert sacrificium
ex
substantia pauperum, quasi qui
viCtimat :filium in conspectu pa–
tris sui.
25
Panis egentium vita pau–
perum est : qui defraudaf illurn,
homo sanguinis est.
26
Qui aufert in sudore
pa–
nem, quasi qui occidit
proxi~um
suum.
27
Qui
c
eifundit sanguinem,
et qui fraudem facit mercenario,
fratres sunt.
28
U nus aedificans, et
unus
1:
Para que no caig mo• ; o para que
cayentlo no nos lastimemos ,
o
a fin
de
que nos levaotep10s luego.
3
Nos da el Senor la mano para
que
nos levantemos ; alumbra tambien los o–
jos , apartando de nosotros las tinieblas
<le la ignorancia
r
_del errot• '
y
co~at
nicandonos su D1v111a luz :
da santdad
de alma
y
de cuerpo :
r
bendi~ion,
es–
to es
nos da todo genero de b1enes.
3
De lo injustamente
~d9.ui1:i~o.
•
Estos ·sacrificios de 10JUSt1c1a con
que escarnecen a Dios .
El Griego
eu-
a
Proverb. xxr.
27.
b
Proverb . xv.
8.
Tom.
VI.
y
socorro en
la
caida
1
,
q
ae
le–
van
ta
el anima
2
'
y
alumbia los
ojos , que da sanidad ·
y
vida
y
bendicion.
.
21
Mancillada · es la ofrenda
del que hace sacrificio de lo injus–
to
3 ,
y nos
agradables los insul–
tos de los in'l: uos
4.
22
El Senor solo para
ms
que
sufridos le esperan
s
en el camino
de la verdad
y
de la justicia.
23
No recibe el Altisimo los
dones de los im pios , ni mira a los
sacrificios de los malos: ni
por
sus
muchos sacrificios les perdonara
sus pecados.
·
.
24 El que hace ofrenda de la
subs an_cia de los pobres, es como
el
que
degilella a
un hijo delante
de
su
padre.
"
2
5
La
vida de los pobres es
el
pan que necesitan: aquel
que
lo
defrauda , es hombre de sangre
6 •
26
Quien quita
el
·pan del
su–
dor
7 ,
es como el que mata a
su
proximo.
27
Quien derrama sangre ,
y
quien defrauda atjornalero , her–
manos son
8 •
28
Uno
hay
que edifica , y_
0'1aswv
£~
aJ{'l{.BV
,
'.j'1t'po0'¢opa
fJ.EJJ.W'lt'11-
fJ.EV~.
Kcd ovK
£t5
10Vd'ottlcxv
µwtt~µcx-re4
avof-<.WV
,
el que sacrifica de lo inJus–
trJ
,
ofrenda rid{cula
;
y
no para be–
nep!ad o los escarnios
:
en
ot~os ~ibro•
~wp~µcxra;
,
los dones de los impios
:
y
en otros
µwµ~p.a-rvi:
,
las manehas.
,
s
Asiste
acude
a
los que le esper
n• .
6
Es un
~ atador
, un homicida.
7
MS. 6.
Qui tuelle
el
pan de suor
es
atal
,
cuemo qui mata so uecino.
Ga–
nado con el sudor de su rostro.
i
Corren parejas en su iniquo proceder.
c
Deuteron.
xx1v.
14.
Tobias
iv.
I
5•
Supra
VII.
22 .
Pr
2