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C A p ·1 T

U·'L

0

. X X I I I .

CAPITULO X X III.

Ruega al Senor que

le libre de

los · males de

la lengua

,

de la so–

ber bia

,

vana esperanza

,

gula

y

otros v icios. E nsda

que se ha de

evitar la

costumb1·e de

jurar

,

y

de decir pal . bras illjuriosas.

D e la

impurez a

,

y

de

sus

efeclos

y

casti~o.

~

1

Domine Pater , et

d~mi­

nator vitae rneae , ne derelinquas

me in cons ilio eorum : nee sinas

me cad ere in illis. ·

2

·i

Quis superponet in cogi–

t atu meo fla gella , et in corde

meo doctrinam sapientiae , ut

ignora tionibus eorum ·non par--–

can t mihi , et non appareant

deliCta eorum,

3

Et ne adincrescant igno–

rantiae meae , et multiplicentur

delieta mea , et peccata mea

abund ent , et incidam in cons pe–

Ctu adversa riorum meorum,

et

gaudeat super me inimicus meus?

4

.Domine Pa ter , et' Deus

vitae rneae , n_e d erelinquas me

in cogi tatu illo rum.

5 Extollen tia r:n

oculorum

1

Senor P ad re ,

y

d~efio

de

mi vida ,no me abandones al con–

sejo de mis lab ios

1

:

ni

permi–

tas

q

ue yo caiga por ell os_.

2

i

Quien pond

ra

cast igo

2

en

mis peosami entos ,

y

en mi Co–

razon doct rina de sabiduda, pa–

ra que en las ignorancias de ellos

no Rle perdonen , y no se descll–

bran los yerros de ellos,

3

y ·

no crezcan mis

igno–

rancias ,

ni

se multipliquen mis

faltas ,

ni se

aumenten mfs

peca–

dos

3 ,

y

q

ue caiga delante de

mis advetsarios "' , y se goce m1

, enemi go sob

re mi ?

4

Sefi QJ'

P adre ,

y

Dios de

mi vida , no me d esampa res en

el pensami ento de ellos

s.

5 N o me des ojos altivos

6 ,

y

~~

r

El

sentido de este vers!cul o va en–

lazado con e l ul.timo

d ~)

Cap . p recedente.

2

A la letra :

Azotes.

Asi llama a la

d ochi na de la

sabid~ria ,

p idiendo al Se–

no r que como coo una vara o

l~ttigo

con–

t enga. su corazon

y

pens, mien ros con

d

t emo r d e· sus juicios ;

y

haciendo que

more en su cor:izon la sab iqurfa , para

q ue le reprehenda con fuerza , sin dcxa r–

le pasa r i;i ingu na de las faltas de ignoran–

cia en q ue su

lengua

le hiciere caer,

pa ra que aquellas no se aumen ten,

y

con es ro se mult i.p liquen sus p ecados, de

manera que qu ede expues to a los insul.,.

tos

y

mnfa

de sos enemigos. Estos eue–

mi gus puede n se r los d emonios ; o tam–

bien los que dominados d el amo r del

mundo , se alegran viendo caer en se–

mejantes excesos a

R>s

que antes

COO SU

v ida arreglada

J

buena conducb conde–

n aban los des orde nes de! la suya.

3

Ni se aumenten mis pecados.

_.

.~En

algunos Libros Gricgos

~e

a.fl.a..

de : '

que tus enemigos se bur/en de

mi~

de quienes est.i lejos la esperanza de tu

misericordia

:

o que no c;speran en

tu

miseri cordia.

s

De mi s enemigos, ode mis pecados.

6

El sabio pide a Dios que no le per–

mira abandon ar, e al orgullo , oi a los de–

seos desa rreCJl ados de su corazon , ni a

0

'

los antojos de los sentidos , ni a la pa-

sion de la impureza. En algunos Libros

Griegos se anade lo

sigu ie~te

Y

anirna

0