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CAPITULO VI.-

3z Stolam

gloriac

ind ues

earn

~

et coronam

g r~ tulationis

superpones tibi.

..

33 Fili , si attenderis mihi,

disces : et si accommodaveris

animum tuum , sapiens eris.

34 Si

inclinaveris

aurem

tuam, e.xcipies dochinam : et si

dilexeris aud ire , sa pie ns eris.

35

In

a

multitudine presby–

terorum prudentium sta , et sa–

pientiae i llorum ex corde con–

iungere , ut omnem narrationem

Dei possis a-udire , et proverbia

. laudis non effugiant a te.

36 Et si videris seusatum,

evigila ad eum , et gradus ostio–

rum illius exterat pes tuus.

37 Cogitatum

b

tuurn

habe

in

praeceptis Dei , et in man–

datis illius maxime assiduus esto:

et ipse dabit tibi cor , et concu–

piscentia sapientiae dabitur tibi.

porque adorno de oro hay en ella

,

7

.sus prisiones lazo de jacintho.

En lo

q ue parece hace rse al usioo a las franjas

de color d e jacintho que mand6 Dios a

los

J

udfos que llevasen en las o rlas de los

vestidos , para que se distinguiesen de los

Gentiles,

y

fuesen

co~iderados

como un

Pueblo consagrado a Uios

y

al estudio

de la verdadera sabidurfa.

1

El Grieg<?

iav

00.

..

1;1? ,

rrbtvov

,

7r'u–

<>

Eu9~o-1;1

,

si quieres

,

hijo

,

seras ense–

fiado .

3

Frequenta aque·Ilos lugares a don–

de concurren muchos hombres ancianos

y

sabios r

3

Sa~ios,

porque no todos lo son.

En donde estuvieren congregados acer–

cate alla , escuchalos con deseo d e apren–

der ,

y

lo lograris ; porque los oiris ha–

blar JtCerca de la religion

y

de las cos-

a

Infra

v111.

9.

32 Vesdrtehas de ella como

vestidu ra de gloria,

y

pondrasla

sobre

ti

como corona de alegda.

33 Hijo ,. si me escuchares,

aprenderas

1

:

y

si aplicares tu

Corazon , seras Sabio.

34 Si inclinares tu oreja , re–

-cib~ras

do

ina:

y

si amares oir,

seras sabio.

.

35 Fr.equenta las juntas

2

de

los ancianos prudentes

3

'y

une–

te de corazon a su sabiduria, pa–

ra que pued'!_s oir todo lo qu.e di–

gan de Dios ,

y

no te se pasen las

sentencias dignas de alabanzas.

36 Y si vieres un hombre cuer–

do, mac,lruga a el

4,

y

gasten tus

pie~

las gradas de su puerta.

37 Ten tu pensamiento en

los preceptos de Dios s,

y

en sus

mandatos medita sin Cesar:

y

el

te da ra corazon

6

,

y

te

s~ra

con–

cedida la sabidurfa que eseas

7 •

tumbres;

y

no pierdas

la

ocasion de apro–

vecha rte de sus sentencias ,

y

dicbos gra–

ves

y

doll:os,

y

dignos de la mayor re–

comendacion. El Griego

tv

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E

aKo

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,

esta en la muchedumbre de los

ancianos

,

y

sl hay alguno sabio a/le–

gate

a

el.

Ama

oir toda divina

decla–

racion.

4

a

ir

a

~l

,

y

tratar con

el.

s Conforme a lo del

Psalm.

I.

2.

6

Un

corazon firme

y

sabio. El Grie–

go

au-ro?

c--r-11

p1E£

-r~ v

Kapofav

ao i.

,

el

fortalecera tu coraz on.

7

Porque quanta mas se ade lanta en

la verd adera sabidurfa , tanto se aumen–

t a e l d eseo de crecer en ella mas

y

ma.s

cad a di a. Se indican aqui varios medios

muy

conven ientes para adquirir la sabiduria.

b Psalm.

I. 2 .