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\

CAPITULO

VI.

comparatio , et non est digna

ponderatio auri et argenti con–

tra bonitatem fidei illius.

16

Amicus · fidelis , medica–

mentum vitae et immortalitatis:

et qui metuunt Dominum , in–

venient illum.

. 17

Qui

ti

met Deum , .aeque

habebit amicitiam bonam : quo–

niam secundum illum erit ami–

cus illi us.

18

Fili , a iuventute tua ex–

cipe dochinam , et usque ad ca–

nos invenies sa pientiam.

19 ·

Quasi is qui arat et se–

mina t , accede ad earn ,

e~

susti-

ne bonos fructus illius:

·

20

ln opere enim ipsius

exi–

guum laborabis , et cito edes de

generationibus illius.

2

r

iQuam aspera est ni–

mium sapientia indoctis homi–

nibus

!

et non permanebit in .il–

la

excors.

22

Quasi lapidis virtus pro-

x

Et

Griego

¢ £.Aov

?t'IO''t"oii

oux.

Ef.F't"IV

aV't"ct AAIX')l/

J.Cl

'

;tc.Gl

OVl<.

fo ·n

O'T<X8µos

'>11>

~a: A. Aov 11 s

a:u-rou ,

el c'migo fie! .

no

tiene

precio

,

ni

hay

peso de su hermosura

;

es–

to es , no se puede apreciar ni ·estitnar,

que bi en _ t al'l grande es un tal

~mi

go.

~

Porqrie con sus vis-cs

y

correccio–

nes nos aparta de todo lo que nos puede

danar o causar nuestra ruina ;

y

as! hace

cjue vivamos aqui con buena fama ,

y

que

:nos pongamos en estado de conseguir

la.

vida eterna.

Y

asi · aun C1cERON dixo,

que no poede haber verdadera amistad

sino entre los buenos .

3 .

Di'.)S premiara su fidelidad en ser–

virle , haciendo que encuentre amigos

que le sean t ambi en fieles ,

y

que le a-.

men sinceramente ,

y

que se porten co11

cl

como

el

se porta con D ios.

4

Como el lab rador.

lACOB.

v .

7.

s

A

las que aborrecen la instruccion

y

la correccion ,

y

po): eso la desechall

comparar.con

el

·amigo fief

\y

no

hay peso de oro nide plata que

pu~da

ponerse al par de su

sinceridad~

16

El amigo fie! es

un

balsa–

mo de la vida.

2

y

de la iomorta–

lidad :

y

los que temen al Senor,

lo hallaran.

17

El

~e

teme a J}ios

3,

igualmen~e ·

tendra buena amis–

tad : porque Conforme a

¢1

Sera

su amigo.

l

8 Hijo ,

desde

tu

ni nez

a–

braza

la·

instruccion ,

y

hasta·

las canas hallaras sabiduda.

19

Acercate a ella como a–

quel que ara

y

siemb ra

4 ,

y es–

pera sus buenos frutos;

.2t>

Porque

en

su cultivo

un

poco trabajaras , mas

l

uego co..

meras de los frutos

d e ella .

2 I

i Quan aspera e en extre–

mo la sabidurfa para los hombres

indociles

s

!

y

no per anecera

en ella el insensato.

22

Como peso

de

p iedra

6

asi

luego de s1 las que no siguen otra regla

que la de sus apetitos.

6

Qui ere decir , a proporcion del pe–

so

y

solidez de la piedra , as1 sera la

prueba que se haga . Si uno que es floxo

y

de fu erzas fl.acas intenta levantar una

piedra p esada , luego que siente su peso

la

echa de si ;

'ael

mismo modo el

que

no hace rostro a veneer las di fic ult ades

que se encuentran en alcanzar la sabidu–

ria

~'

la d esecha d e si ,

y

no quie–

re

ent.e~d e r

mas en ell a. El G riego

Wit

)..£8os aox1µ ct<r£«-s

iO"x,vpos

fo -rcu

br'

a:v–

rr~

,

como piedra de toque

,

o

~e

eter–

te p rneba ,

ser~i

fuerte sobre el

:

to–

mad a

la

semejanza de la p ied ra con que

se prneban los met ales ,

a

t ambien de

a–

quell as p iedras grand es

y

pesadas con q,ue

se probaban las·

fuerz~s

de los homb res,

alzindolas o mudandolas de un a p arte

a

otra, como lo solian prall::icar las H ebreo s-.

Se

habla

de es

to

en

ZAcA.RIAi>

xn.

3.