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LIBRO QUARTO DE LOS REYES.
13 Et extendam super
Ie–
rusalem funicu]um Samariae, et
pondus domus Achab: et dele–
bo Icrusalem , sicut deleri
so–
lent tabulae : et delens vertam,
et ducam crebrius stylum super
faciem eius.
14 Dimittam vero reliquias
hereditatis meae , et tradam eos
in
manus
inimicorum
eius:
eruntque
in v¡stitatem , et in
rapinam cunéijs adversariis suis:
15 Eo quod fecerint ma–
lum corarrt me , et perseverave–
tint irritantes me , ex die qua
egressi sunt patres
eorum ex
AEgypto usque ad hanc diem.
16
lnsuper • et
sanguinem
innoxium fudit Manasses mul-
tigó al Pueblo de
Isr~él
s lamente p
~
los pecados de
anas es
er nitiendo que
lo llevasen cautivo a
B~bylonia
, puesto
que en otros lugares de la Escritura se
dice exRresa ente, qu
esto fué por las
impi edaoes de os Reyes
1
de los M'ag–
nates,
y
de mismo
ueblo;
]EREMlAS
Thrm. u/t.
DANIEL
rx. sino que no con–
tento este Rey con degenerar vergonzo–
samente de la piedao de su padre , hizo
pecar a su Pueblo;
y
por eso le son im–
putados tambien todos los pecados de su
Pueblo , como a orígen
y
ocasion de to–
dos ellos
¡
por lo qual dice la Escritura:
que hizo peca!'a Judá en sus hedi011de–
ces
,
y
haciendo que adorase los ídolos.
'
Trataré a.Jerusalem , como he tra–
tado a Samaria: la mediré del mismo mo–
do : la destruiré como he destruido a Sa–
maria.
Funiculus
se usa freqi!entemente
por la
medida
,
suerte o porcion
;
y esta
traslacion está tomada del uso de medir
con una cuerda las tierras de las hereda–
des o poses,ones.
• Y pesaré sus pecados con el mismo
peso que la casa de Acáz ; quiere decir:
Trataré aJ odá con la misma severidad-con
a
Infra xxrv.
4•
13
Y
extenderé sobre Jerusa–
lem la cuerda • de Sama ría, y el
peso • de la <':asa de Acáb :.y rae–
ré a
J
erusalem como suelen raer–
se las tablillas
3:
y rayéndola la
volveré,
y
pasaré una
y
otra vez
el estylo sobre su haz.
14 Y abandonaré las
te1i-
. quías
4
de mi heredad,
y
yo los
entregaré en manos de sus enemi–
gos: y serán destruidos, y hechos
presa de todos sus adversarios:
15
Por quanto han hecho. el
mal delante de mí,
y
no han ce–
sado de irritarme desde el dia en
que salieron sus padres de Egyp–
to hasta el día de
hoy. .
r6 D emasdees toderramóMa–
nassés sangre inocente sin medida,
i_UC
he ratado al Reyno de !sraél, entre•
. gándole en manos de sus enemigos. Otros
por
funicuhiS
entienden el
hilo
,
y
por
pondus
el plomo del perpendículo, de que
se sirven los arquiteél:os.
~
.¡\'utiguamente acostmhbraban escri·
bir en unas tablillas cubierras de cera,
con nn punzou de hierro, que se llamaba
estylo ,
el que por
U'l,
cabo era agudo
,
y
por el otro plano.
Y
para borrar lo que
habían escrito con la punta aguda , pasa–
ban una y otra vez por lo escrito la par–
te plána que lo igualaba , y no quedaba
señal ninguna de escritura; lo que los L a–
tinos llamaban
inducere charaéteres.
De
esta comparacion usó el Señor para
si&~i-
•ñcar el toral exterminio de la Nacion
He–
brea, y de la Ciudad
y
Templo de J eru•
salem. Todo lo qual se vió cumplido a la
letra , como veremos en la serie de esta
Historia. El Hebreo:
Y limpiaré a J eru–
salem, como quien limpia
tnz.>
escudilla,
la lim.pia,yla vuelve sobre
m
h.1z.
Esro es,
haré que saqueen a Jerusalem, y que la
trasrornen toda , volviéndola de arriba a
baxo , hasta un total exterminio.
+
Lo que ha quedado de mi Pueblo.