(
6ra-
EPISTOLA DE S.PABLO A LOS HEBREOS.
caliginem et procellam ,
no y a la obscuridad y tempestad,
19
Et tubae sonum et
VO·
19 .
Y
al sonido de trompeta
cem verborum, quam qui au-
y
a la voz de palabras, que Jos
dierunt, excusaverunt se ne eis
que la oyeron, suplicaron que
fieret verbum.
no se les hablase mas.
20
Non enim portabant quod
20
Pues no podían sufrir lo
dicebatur •: Et si bestia tetige--
que se intimaba': Que si una bestia
rit montem, lapidabitur.
tocare al monte, sea
a pedreada~.
2r
Et ita terribile erat quod
2r
Y
era tan espantoso lo que
videbatur : Mo
y
ses dixit : Ex-
se
veía; que Moysés dixo: Espan-
territus sum et tremebundos.
tado estoy y temblando '·
22
Sed accessistis ad Sion
22
Mas os habeis llegado al
montero, et Civitatem Dei vi- monte Sion
4 ,
y a la Ciudad del
ventis, Ierusalem Caelestem, et Dios vivo -, Jerusalem la del Cie-
multorum mil!ium Angelorum
lo, y a la compañía de muchos
frequentiarn,
._. . millares de Ángeles,
23
E t Ecclesiam primitivo•
t,
23
Y
a la Iglesias de los pri-
rum qu · conscripti sunt n Cae-
mo~itos
que están alistados en
lis, et
·-~dicem
omnium Deum, los Cielos, y a :Di¡;ls el Juez de
et spiri "'- iustorum perfeéto- todos , y a los espíritus de los
~
• - justos consumados
6 ,
rum,
24 Et Testamenti novi me–
diatorem Iesum, et sang uinis as–
pers ionem melius loquentem
quam Abel.
&:
T . Gr.
'T~ l'u.trf.'M6,u..~'ltlt
,
lo
qm. se
·mandaba.
En la Vulgata tal vez se Jce–
ria :
quod edicebntur ;
y
de aquí los Co–
p iantes pusieron
diubatur.
2
El
texto
G riego añade :
o atravesa-
d a con rm
dardo..
--
'-
l
Estas p.dabras n .
~.allan
en la
E scritura ; por lo que es
~-~que
San
Pablo las sabia por tradicioo de los Ju–
díos , como otras muchas que no se ha–
llan escritas. Véase a
E sTlO.
~
4
Habeis entrado
en
la l gl -a
,
figu'–
rada por
el
monte de Sion , en d de es–
taba el único T emplo consagrado a D ios.
La
Iglesia de que habla aquí el Apóstol,
es
la
universal
,
o
considerada en
rod:1
su
cxrension ,
y
en quanto comprehendc
y
abraza los Angeles del Cielo
y
lps
Justos
de todos lugares
y
tiempos , unidos entre
24 Y a J<;Jus medianero del
nuevo Testamento, y a la asper–
sion de la sang re
7
que habla me–
jor que la de Abé!.
sí , e incorporados con su cabeza que es
Jesu Christo. Tu E:oooa.e:To.
s
D e
lo~
escogidos que viven todavía
sobre la tierra , cuy os nombres están es–
critos en el Ciclo.
~1
CnRys6sTo.;uo. Lo
que los distingue de
Jos-ll!.:~,~)f!Uc
g·ozal\._
y a de
la
G loria
tros , Pó'l"'i>runogénitr<J!IIIIC::""'..o;;¡
entienden a Jos
J
usros del antiguo
T
cst.a.-
menro. V éase S.
T HO:O.JAS.
• •
6
Que habiendo concluído
ya
su
cae–
r , goz:.to el fruto de sus trabajos
y
su–
dores en Ja eterna bienaventuranza. Tue:o–
DORETo.
7
Y a la Sangre de Jesu Christo , qué
derramada sobre la tierra , no grita ni pi–
de venganza al Cielo como
1:1
de Abél,
sino misericordia
y
perdon para nosorrO$,
"1Ue somos rociados con ella por el Baa–
' 'ro
y
demás Sacramentos.
A
Exod.
~I~.
12.· 2G.
el
z x.
E :t:od. ziz.
13.