CAPITULO XVI.
flUÍ
iustilicatis vos coram homi–
nibus: D eus autem novit corda
vcstra , qwia quod
hominibu~
al–
tum est , abominatio est ante
Deum.
16
Lex • ct Prophetae us–
que ad Joaoocm : ex eo regnum
D ei Evangeli'Latur, et omnis in
illud vim fl¡cit.
17 Facilius • est autem Ole–
lum et terram practerire , quam
de Lcge unum apicem ca ..-e.
18 Omnis' qui dimittit uxo–
rem
suam, ot aIteram ducit, moe–
hatur: ct qui dimissam a iro
ducit, moechatur.
19 Horno quidam erat dives,
qui inducbatu r purpura et bys–
so ; et cpulabatur quotidie splen–
d idc.
20
Et erat quidam mendicus
nomine .Laza rus , qui iacebat ad
ianuam ei us , ulceribus plenus ,
2
r
upiens satu rari de mi-
is quac cadebant de mensa di-
omo si les
dixerrt :
os, ofende
mi
dollrinJ
1
porque predico el desprecio de
Jos bienes tc.:mpor.tlcs, que la
y y
los
Prophct.IShJn prometido a los que
In
o~
scn•:ucn lidmcntc.
J\{;1
s.tbcd que
sro ba
dur.HJo
huu
el
tiempo
del
B.tulist:t
¡
y
que
}'.l
dcsd..: este tiempo no son bienes
ll:rrcnos
lus
que se prometen , sino que
s
anunci~
un:a .nm•va
Ley
1
el Rcyno de
D i s , que es todo cspiritu:d ,
y
que pide
el "lcsprccio de estos mismo} bicne.s que
t JIHO Jmlis.
A este Rcyno no se llega
si–
no
e~
l
'ivJ fucrz.1, que debe lucerse
el
h(\mbrc
1
s{ mismo
y
a sus
propi.lSpasio–
nes.. MATmto xt. tl.
•
To.IM,
C5t
es
,
h mayor p:artc,
y
en CSpt'ditl \'Osorros conspir is a opone
4
ro~
con 'iolcncil. Otros : dos se ha-
en fucrz;¡
p .lf.l
eou;ar o
6..
a prime-
"
¡lf.mlr.
z r.
Il.
b }lf.,tth.
Y.
1S.
Tm.
l.
que os vendeis por justos delante
de los hombres : mas. D ios conoce
vuestros corazones; porque lo que
los
hombres tienen por sublime,
abomioacioo es delante de Dios.
16 La Ley y los Prophetas
hasta J uan • : desde ent6nces es
a nunciado el R eyno de
Dio~y
todos hacen fuerza contra él •.
1
7 Y mas fácil cosa es pasa r.
el Cielo y la tierra , que caer
U'ila sola tilde de la Ley •.
18 Qualquiera que dexa su
muger , y torna otra , hace adul–
terio:
y
tambien el que se casa
ctA> la que dex6 el marido , co–
mete adulterio,
· 19 H abía un hombre rico,
que se vestía de púrpura y de
tela fi,'Jisima • ; y comía cada
día expléndidarnente.
20
Y había allí un mendigo
llamado L áza ro
s,
que yacía a la
puerta del rico , lleno de llagas,
2 1
D eseando saciarse de las
migajas que caían de la mesa del,
n
exposicion es
mas
conforme
al texto.
3
Y aunque
es¿
Ley sol:uncntc ha
durado hasta el Boau" ·ra
,
esto no obstan–
te
tendrá
su
perfcfro cumplimiento
;
por–
que yo mismo he venido a dárselo , subs–
tiruyendo
la
verdad a las figu.ras. S. MA–
Tnsov. 18.
• La
m:~yor
parte de los l ntlrpretet
xplicaa el
IJ7.ssus
por lino muy fino, que
se
vendia ·a peso de oro.
ALMEiT
y
orro'
qui~ren
que fuese
una
especie de seda.
• Muchos
de
los Padres aorlguos
han
mirado lo que el
S::~lvador
dice aquí del
R ico avariemo ,
n3
como una paráboll,
.sino
como un hecho
verdaJcro. Y
T sR–
TULlAI'O
cree
dt., AJJim. Cap. yn.
que
es
una prueba de
r(.it
mismo el nombre del
pobre,
q • dccbn aqul
el
Hijo de D ios
ll:un.índole
Llzuo.
e
.ftJ'~rc. ~.
11.
I.
Coriuth.
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