CAPITULO XV.
3'!9
1
Dico vobis, quqd jta gau–
dium erit in C aelo super uno
pcccatore poenitentiam agente,
quam super nonaginta novem iu–
stis , qui non indigent poeniten–
tia .
8
¿Aut quae mulier habens
drachmas decem , si perdiderit
d rachmam unam , nonne accen–
dit lucernam , et everrit domllm,
et
q
uaerit diligenter donec in–
veniat?
9
Et cuin invenerit, convo–
cat amicas et vicinas , dicens:
Congratulami ni mihi ,
-_qu~.
in–
veni drachmam , quam pera de–
raro.
10
I ta dico . vobls ,
gau–
d ium erit coram Angelis
Dei
su per uno peccatore poeniten–
tiam agente.
r r
Ait autem : Horno qui–
dam habuit duos filias :
1 2
E t dixit adolescentior ex
illis patri: P ater , da mihi portio–
nem substantiae quae me con–
tingit. E t divisit illis substan–
tiam.
13 Et non post mu'ltos dies,
congregatis omnibus , adolescen–
tior filius peregre
profe~us
est
in regionem
longinq~am,
et ibi
1
Dígoos , que así habrá
mas gozo en el Cielo sobre un
pecador que hi ciere penitencia,
que sobre noventa y nueve jus–
tos ' , que no han menester pe–
nitencia.
8
¿O qué muger que tiene
diez drachmas • , si perd.
e
una drachma ' no enciende la an–
torcha, y barre la casa , y la
busca con cuidado
3
hasta ha–
lb.rla ?
9 Y
despues que la ha ha–
llado , convoca a sus ami gas
y
v'"cinas, y dice : Dadme el pa–
ra~ien,
porque hallé la drachma
_que habia perdido.
ro
Así os digo , ,que habrá
gozo dela nte de los Angeles de
Dios J?jlr un pecador que hace
penitencia.
JI
Mas dixo : Un hombre tu–
vo dos hijos • :
12
Y
dixo
el menor de ellos
a su padre : Padre , dame la par–
te de la hacienda que me to–
ca s.
Y
él repartióles la hacien- ''
da.
13 Y no muchos dias des–
pues , juntando¡;iodo lo suyo el
hijo menor ,
fu~se
léjos de su
tierra
6
y
allí disipó todo su
~,-..._;
...
das ,
y
sacuden el yugo de su obediencia.
•
Que no
s~
cuidan de
l1acer
peniten–
cia de sus
defcétos ,
porque no los cono–
cen. Véase la nota al Y. 28.
2
Una drachma Arica
eq~valia
al de–
nario Romano ,
y
casi a
Ull
real de plata
le nuestra moneda.
3
MS.
AguriosamienU.
4
Estos dos hijos representan
,
el uno
a los justos que viven siempre sometidos
a la voluntad de D ios
:
el
otro a Jos pe–
cadores
,
que dcspues de
h~,~
r recibido
infinitos
bienes de la bondad }
beralidad
divina ,
le ''uclven villanamente Jas espai-
Tóm. I.
s
Mi legírima. MS.
Quantom cae.
De~
bemos estar siempre unidos con Dios;
por~ue
en el momento que
le
pidamos
que nos dé Jo que nos roca de derecho,
lo
fcr~es~~mp:íst
0
d~~t;¿;em~sri~~mo~~;ido
de
Dios. El pecador en csrc estado disipa los
dones de Dios ,
iJ
::te en una vergonzosa
pobreza...
~
haC
esclavo del demonio,
que
le
ináuce a los vicios
y
pasiones mai
inf.1mes
,
en l.1s que inútilmente busca sa–
ciar
Ja
cruel hambre que le acaba.
Jlbbz
•