SAN LUCAS.
foras mittetur : Qui habet aures
audiendi , audiat.
. •
Para que la pisen Jos_que pasan.
MATTH.
ut sztpr.
No hay cosa mas gran–
de ni mas· excelente que un Christiano
q
o su vida concuerda con su
profesion.
Pero tampoco la ha
y
peor , ni mas digna
.le reprehension, que este mismo Christia-
echaránla fuera ' :Quien tiene oí–
dos para oir , oiga •.
no
,
si lo es solamente en el nombre,
y
sa
vjda no correSponde al nombre que tiene.
·2.
Quando
J
esu Chris'to usa de esta
expresion, quiere darnos a entender que:
es de la mayor importancia Jo que:
h::~
rH
cho,.., o
JG
que
v~
a decir.
C A P
1
T
U
L
0:.
X V.
Los Escribas
y
Phariséos murmuran del S eñor porque recibe a los
pecddores. L es
responde pre poniéndolp . tres parábolas
,
la de la'
oveja ;¡erdida
;
la de la drachma que perdid
y
haltd la muger
; ; •
la del hijo prddigo.
I
Erant autem
ap~ropin' quantes ei Publicani, et pecca–
tores, ut audirent illum.
2
Et murmurabant Pharisaei
et Scribae , dicentes : Quía hic
peccatores recipit, et manducat
,cum illis.
3 Et ait ad illos parabolam
istam dicens:
4
¿Quis • ex¡robis horno, qui
habet centum oi.;ls: et si perdi–
derit unam ex illis , nonne di–
mittit cnonaginta novem in de-
(serto, et vadit ad illam quae pe–
rierat , donec inveniat eam
'?
5
Et cum iqvenerit ·eam, im–
ponit in humeros suos gaudens:
6 Et veniens domum con"-O–
cat amicos et vicinos, dicens illis:
Congratulamini tiühi, quía inve–
ni ovem meam , quae perierat.
'
T. Gr, .,.,;.,7,. ,
todos.
"-
2
En
SAN
Ma
'l'HEo ¡e
halla
e¡ra mi¡-
11
Mnllh~
JtVIII.
1::1.
I
Y
se allegaban a
o:!I los
Publicanos ',
y
pecadores para
oírle.
2
Y los Phariséos
y
los
Es–
cribas murmuraban ,
diciendo~
Que este recibe pecadores ,
y
co–
me con ellos.
3 · Y propúsoles esta parábo–
la diciendo • :
4
¿ Quién de vosotros es' el
hombr~)
que tiene cien ovejas,
y
si perdiere una de ellas , no dexa
las noventa
y
nueve en el desier–
to,
y
va a buscar la que se había
~erdido,
hasta que la halle?
5
Y quando la hallare, póne·
la en sus hombros gozoso:
6 Y
~niendo
a casa llama a
sus amigos
y
vecinos, diciéndoles:
D adme el parabien , porque ha–
llé mi oveja, que se había perdido,