Table of Contents Table of Contents
Previous Page  321 / 664 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 321 / 664 Next Page
Page Background

CAPITULO XVI.

271

2

Y

el primer dia de la sema–

na, salieron muy de mañana , y lle–

garon al sepulcro salido ya el Sol.

3 Y

decían entre sí : ¿Quién

nos quitará la losa de la boca del

sepulcro?

2

Et valde mane una Sab-

batorum, veniunt ad monumen–

tum orto iam Sole.

3

Et dicebant ad

invicem:

¿Quis revolvet nobis lapidem ab

ostia monumenti?

4

Et respicientes viderunt

revolutum lapidem. Erat quip-

pe magnus valde.

@

5 Et • introeuntes in monu–

mentum viderunt

iuveneOJ se–

dentem

in dextris coopertum

$tola candida, et obstupuerunt.

6 Qui dicit illis: Nolitj; ex·

· pavescere: I esum

quaeritis~a­

zarenum , crucifixum : surrexit,

non est hic , ecce locus ubi po–

suerunt eum.

7

Sed ite , dicite discipulis

eius , et Petra , quía praecedit

vos in Galilaeam : ibi eum vi–

debitis • , sicut dixit vobis.

8 At illae exeuntes , fuge–

runt de monumento , invaserat

enim eas tremor et pavor : et

guentos o aromas que habian comprado el

dia de la prcparacion o el Viérn"J , como

dice S.

L UCAS XX III.

s6. y

XXIV. 1,

Por–

que los Historiadores ordinariamente por

abreviar suelen juntar dos cosas como exe·

cmadas al mismo tiempo, aunque la una

lo h:tya sido mucho ántes. Tambien pu-

,_,

dieron comprar los ungueotos despues de

puesto el Sol en

la

misma

r~~

del Sába–

do, cuya festividad se conclUia con el po–

n~r

del Sol :

y

luego entraba el primer

dm de la semana siguiente.

1

Este santo sepulcro era doble.

La

parte

interior de él fué en donde deposi–

taron el Cuerpo del H ijo de D ios ,

y

la

que Joseph habia cerrado con

unh

grande

piedra :

y

así el Angel del Señor estaba

semado fuera .sobre esta piedra , despues

de haberla qu1tado de

la

emr!'da del se-

4

Mas

repararon y vie.;on

vuelta la losa, que era muy gran–

de.

5 Y entrando en el sepulcro '

vie ron un mancebo sentado al la–

cio derecho cubierto de una ropa

blanca, y se pasmaron .

6 Elles dice: No os asusteis:

VJOsotras buscais a

J

esus N azare–

no, el que fué crucificado : mas

no está aquí, porque resucitó, ved

el lugar en donde le ptlliieron.

7 Mas id , y decid a sus dis–

cípulos3, y a Pedro • , que va de–

lante de vosotros

a

Galiléa : allí '

lo vereis , como os dixo.

8

Ellas salieron del sepulcro,

y se fueron huyendo, llenas de es–

panto y temblando : y a nadie di-

pulcro interior

j

y

aor esto dixo a .estas

santas mugercs! M A'-IrTu . xxvur. 2.

Ve–

nid , 'Ved el lugar en qu.e el Señor

fu~

p ue.rto ;

csw es ) acercaos

a

ver en el se–

pulcro interior

,

y

vereis que

ya

no esP.

aHí~

S.

AcusTIN·de

Conseus. E vang. Lib.

I I I .

Cap.

XX IV.

n.

67.

2

La

panicular mencion que hizo aquí

el

Señor de San Pedro nos da

a

entender

clat:a,mente , que no solo no le tenia olvi–

dadO , aunque le habia negado tres ve–

ces

,

sino que le distinguía entre todos,

para consolarle en Ia1rande pena

y

amar–

gura de corazon que sentia,por haber ne–

gado tan cobardemente a su Divino:Maes–

tro.

Y

así la

conj~ncion

et ,

equivale aquí

a

maxime

t.;D

potissimum.

¡Q ué aliento

y

qué consuelo para los pecadores que de

veras buscan

y

se convierten a su Señor!

"

JJ1ntth.

XXYIII.

L uc. xxrv.

Ioann. xx.

1 2.

6

Su-pra

xrY..

~