CAPITULO VI.
2r5
48
E t • videns eos laboran-
48 Y
viéndolos
remar con
tes in remigando , erat enim ven-
gran fatiga , porque el viento les
tus contrarius eis; <:t circa quar-
era contrario; y cerca de la quar-
tam vigiliam noétis venit ad eos
ta .vela de la noche vino a ellos
ambulans supra mare : et vole-
andando sobre la ma r: y queria-
bat praeterire eos.
los pasa r ' adelante.
49
At illi ut videru nt eum
49
Mas ellos quando le vile-
ambu lantem supra mare , puta-
n andar sobre la ma r, pensa-
verunt phantasma esse , et e
on • que era phantasma , y co-
clamavcrunt.
enza ron a gritar.
50
Omncs
enim
vie~unt
f6D
Porque todos le vieron,
eum , et conturbati sunt. Et
y
tuvieron miedo. Mas luego ha-
starim locutus est cum eis , et
bló con ellos , y les diJ<o : Te-
dixit eis : Confidite , ego
um,
ned buen ánimo, yo soy, no te-
nolite timcre.
lllftis.
5
r
Et ascend it ad illos in
51
Y
subió a ellos al barco,
navim ,
et
cessavit
ventus:
y cesó el viento: lo que aumentó
Et
plus magis intra se stupe-
mucho mas el pasmo en que es-
bant:
taban:
52
·Non en im
intellexerunt
52
Porque todavía no habían
de panibus; erat enim cor eo-
reflexionado sobre el suceso de
rum obcaccatum.
los panes ; por quanto su cora–
53 Et • cum transfretassent,
venerunt in terram Genesareth,
et applicuerunt.
54 Cu1nque eggressi essent
de navi , continuo cognoverunt
eum:
55 Et pcrcurrentes ooiver–
sam regionem illam , coeperunt
in grabatis eos, qui se rnale ha–
bebant, circumferre, ubi audie–
bant eum esse.
56 Et quocumque
troibat,
in Vico , vcl in Villas, aut C i-
r Esto es , daba muestras de querer
pasar adcl:mtc.
'
A lo que daba ocasion
la
obscuridad
d~
la noche.
'
Est.lfué
la
disposicion de su cora–
zon ,
h.uuque dcspué.s
de haber
resucita–
do Jc
su Christo lt!s envió
el
EsPíritu
San-
.~
J\.l11th.
znr.
25.
zon estaba ofuscado
3 •
53
Y
habiendo pasado el la–
go , fue ron y arribaron a tierra
de Genesareth.
54
Y
quando salieron fuera
del barco, conociéroole • al pun–
to:
55 Y recorr:endo toda aque–
lla tierra en donde sabían que él
estabas , traíanle de toda la co–
marca los enfermos en sus ca.!
~
mas.
s6 y
do quiera que entraba,
en Aldea, o en Cortijo, o en Ciu–
•
ro; el qua) dcstcrr61ftdas las dudJs que
rcnian : disipó sus temores
:
y
los hizo ·
dignos de ser irreprehensibles restigos de
todo lo que hizo
!
dixo Jcsu ChriSto.
•
Los l.lbitantc:s del País.
s
T. Gr. 01t 4u,
t<;-, ,
quando
sabiaa
que l
'st.Jb.'Z-
al/(.
6
M.111h.
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34·