f34
SA
MATHE O.
risaei hypocritae ; quia drcui–
tis marc et aridam
, ut
fa–
ciatis unum
proselytum :
et
cum fuerit faétus , facitis eum
filium
geh~nnae
duplo
quam
vos!
iVae vobis duces cacci,
q
· ·
ui
umque iurave–
rit per rcmp
,.,__,
' il est:
qui
autem iuraverit in auro tempJi,
deber !
17
¡ Stulti et caeci ! ¿ Qú7d
enim maius est, au rum, an tero–
plum, quod sanétificar au rum ?
18 Et quicumque iuraverit
in Altari , nihil est: quicumque
autem juravcrit in dono, quod
esr super illud , deber.
19
¡Caeci! ¿Quid enim ma–
ius cst, donum, an Altare, quod
sanétificar donum?
20
Qui ergo iurat in Altari,
jurar in eo, ct in omnibus quae
super illud sunt.
2 1
Et quicumque
iuraverit
in templó, iurat in illo , et in
<>co. qui habitar in ipso:
·
22
Et qui iurat
in Caclo,
1
P rotr(J'IO
es Jo mismo , que el Lati-
no
at/-r;¿on.i,
del
vc::rbo Griego
?tfcortA&IÍ-3-c.,
n,dvmi.o
:
en
1
l<:bréo
-¡'~
Gh , cxtrnngc–
¡.o.
Sc... JI:unab:m así
lo~
idólatras
,
que se
con\'Crti.m a
l.t Rcligion de los judíos. Los
Ph.uiséos no Uex.tban piedra por mover a
trueque de convertir uno de
C!otos.
Pero
CS·
to lo
h.1ci.1n
IIC\'Otdos de un oculto
d_
seo
d\!
que
los tuviesen por zclosos del culto
di,•ino ;
y
movido"
de
ambidon
y
avari–
cia cuid.tban mas
ere'
l:t
gan:mcia )' amncn–
to
de
los provechos
que
les rcsultJ.ban
de
los
s:~criñcios
, que de
la
salud espiritual
de
los
c¡uc
convenían. (!
.
1
Porq
ue los Phariséos
...
n
su mal
cxcmplo
y
pcrnicios.lStradicio,¡cs corromR
pian
l.t
pur..:z.1
deJa
Ley, y
eran causa de
qu~
estos nut:vos convenidos, o volviesen
l.
y Pha riséos hypócritas ; porque
cercais la mar y la tierra , por ha–
er un pro elyto • :y despues de
haberle he ho, le haceis dos veces
mas digno dellníierno que voso–
tros
~ !
16
¡Ay de vosotros, guias cie·
gos, que decís: Quien jurare por
el templo
3
,
no es nada
4
:
mas el
- .,ue jurare por el oro del templo,
deudor es!
11
¡ ecios y ciegos ! ¿Qué es
mayQr , el oro, o el templo, que
santifica al oro?
¡g
Y
si
jurare alguno por el
Altar , no es nada: mas qualqui e–
ra que jurare por Ja ofrenda, que
está sobre él , deudor es.
19
¡Ciegos ! ¿Qué es mayor,
la ofrenda, o el Altar, que san–
tifica Ja ofrenda?
20
Aquel pues que jura por el
Altar, jura por él ,. y por todas
quantas cosas spbre él están.
2 I
Y qualquiera que jura por
el templo, jura por él , y por el
que mora en él :
22
Y el que jura por el Cie-
de nuevo a la idolatría ; o si permanecían
en
l.t Religion .Judayca , fuesen mJs cor–
rompidos que Jos mismos
Phari~éos.
Por–
que
un
cliscipulo que
tiene
un mal
M.tcs-
(Ltr~l ~ys:~;T~~~rAf.~l~lr~1-J;,!:;;oL .:;~~~~ro.
3
T. Gr.
'"Té;
raéji ,
m t'llt'mplo.
No
cr.t,
di
e
SAN GERÓNYMO ,
el
temor
Jc
Dios , sino el amor
del
oro
el
que
los go–
bernaba
en
todJs b s cosas :
y
así
procu–
rab:ut inspirar a los Pueblos un gmnde
res–pero
al
templo,
m.1s
por
J:¡
s:mtidad de
l.tsofrendas en que ellos rcni:m su interés ,
quepor
l:t
s:-tntid.1ddcl lugar que D ios honr.tba
con su presencia.
4
D ecís que no está obligado al
juu–
mento ,
siguiendo
vuestras
corrompidas
y
crr6ncas tradiciones.