CAPITULO XX.
r rs
¿Potestis bibere calicem , quem
ego bibiturus sum? Dicunt ei:
Possumus.
23 Ait illis : Calicem qui–
dem meum bibetis : sedere au–
tem ad dexteram meam vel sini–
stram , non est meum dare va–
bis , sed quibus paratum est a
Patre meo.
24 E t " audientes decem,
irlí'
dignati sunt de duobus fratri-
bus.
•
iPbdeis
beber el cáliz , que yo
· he de beber '
?
Dícenle : Sí po–
demos
~.
23 D íxoles : En verdad be–
berei·s mi cáliz
3
:
mas el estar
sentados a mi derecha o a mi si–
niestra , no me pertenece
darlo a vosotr
• s·
mi Pad re.
quando
los diez oye–
ron esto , ind ignáronse contra
Id!> dos hermanos '.
y yo al contrario os hablo de combates y
olla de aceyte hirviendo ,
y
últimamente
de sufrimienros. No es aquí el lugar ni
el
fu! desterrado
a
1.1
Isla de Pathmos.
1icmpo
de
n.:compcnsas ni
de
mi
gloria,
4
En el T. Gr.
f.1lta
a vosotros.
En
sino de
pdigros,
de guerra
y
de muerte.
estas palabras les da a entender el Scilor,
Y:tsí
vcrd.tderamcntc
uo sabimt lo que se
que si ellos le considcrJ.b:m solamente co-
pedi.tn;porque no rcconoci:m que
el
Rey·
mo hombre
y
como pariente suyo segun
no de Jcsu Christo er:t todo cspirirual
y
la carne , la sangre y el parentesco no po-
todo diiCrentc de los de
la
tierra : ni que
dian tener algun derecho en
la
distribu-
•
el camino p.tra llegar a sus primeros pues-
cion de aquellos puestos honoríficos , ta-
tos , era diverso del que ellos se riguuban.
Jes , como ellos se los figuraban :
y
que
CnRYsosT.
ilz }lf.1tth.llomil.
L ,\'VI .
así no le tocaba a él,
si
le contemplaban
1
El
Texto Griego añade aquí ,
y
en
de esta suene : SAN Acusn N
de
Triuit.
el versículo
siguiente , ~
TO
J3.Í?r1,.,.~ , ~
L ib.
r.
Cap.
x v r11. mmt.
25 .
darlos,
a
tyi:U
,8<t11'1<'l:~.ua•
,
.S<l'iT1,"'"ii~cu
;
y ser
bnuti-
ellos
ni a otro ninguno lo que pedian,
".Fino
zndos cou
el bautismiJ cou
que
J'O
soy
bau-
que estaba destinado par:l
aquellos , para_
tizado?
.El C.lliz
y
el bautismo de que
quimes
su
Padre
lo teuitl
prrparado.•
aquí hablA
el
Señor , son dos expresiones
Quando nombran
su P adre ,
no prctcn-
metaphóricas , que explican los sufrimie11-
de por esto separarse de él en qu:uuo a su
tos de su Pasion
y
1\fucne.
Divinidad, como si juntamente no tuvie-
ll
Ellos sin detenerse respífldieron,
sen el mismo poder*; sino que quería ha-
que podian ; o porque no entendieron de
cer comprehender a sus Apóstoles que no
qué CJiiz habl.1ba el Señor, o si lo emen-
perrenecia a esre hombre , que ellos veían
dieron
7
creyendo que esro les servida de
y
miraban como pariente suyo
7
distribuir
mérito para conseguir los asientos que pre-
a los jusros los diversos gr.tdos de
glo~
tendian. Pero del mismo modo que :íntcs.a
y
de recompensa , sino a Dios, que de ro-
1Jabian pcQido néciamenrc ,
as~ahora
pro-
da eternidad
le llflbitt
predestinado
como
meten sin rdiexíon
y
sin saber lo que se
hombre
para u r H ijo de Dios ,
como di-
prometen :y estos mismos son los quepo-
ce
i .
P ABLO
Rom1111.
1.
4·
y
que tambien,
co ánres
manif~staron
tanto temor quando
como añade
el
mismo,
ibid.
VIII.
29.
jO.
el Señor les declaró , que iba a Jerusalcm a
ha predestinado , lla¡ ado , justificado
y
padecer.
J ANSEN.
Couc.
Evaug.
Lib.
eu.
glorificado a aquellos que él ha conocido
3
Y
;1sí
se cumplió
7
porque Herodes
en su presciencia , y destinado p:tra
qu~
l1izo quitar la vida a Sanriaoo :
y
San Juan
sean
conformes cou
la imagm
de su .E-lijo,
fué azotado por los Judígs
7
juntamente
estableciendo
m 1u
Iglesia primeramen-
con lo.!. demas Apóstoles ;
y
Domicia-
te
Apósto., despues Prophetas
1
&c.
no le hizo echar en Roma en. Wla grande
5
De Wdos esros lugares se ve quán
a
Afarc. x.
4r.
Tom. I.
P z