CAPITULO XIX.
III
30 (VIulti
a
autem erunt pri–
mi novissln1i , et novissimi pri–
mi.
1
Est:t sentencia puede mirar en par–
ticubr a
l:t
rcprob:tcion de los Judíos , que
30 Mas muchos primeros, se–
rán postreros ;
y
muchos postre–
ros , primeros
I
fueron los
primeros
en b vocacion;
y
a la
se ha
VIStO,
que los que era
convcrsion de los Gentiles , que fueron los
meros
,
y a por
· · , , y a por l
11/
tim.os.S.
C HRYSOST.
iu J\1att!t. H omi'tfíil
tiempo
de su cacion, ya por su pic-
Lxv.
l)ucdc aplicarse tambicn muy natu-
dad
,
vinieron a ser los
t'Íitimos
por una
ralmente a los Apóstoles , que teniendo
el
c:tida deplorable ;
y
que grandes peca-
último
gr:~.do
por su n:tcimiento en•e los
d~·es
ocuparon el lugar
de los hiJos del
J udíos, fueron elcv:tdos por
la
eleccion de
R eyno
,
los quales
serán arrojados
,
co-
su Divino Maestro al
primer
grado , no
roo dice en otra parte el H ijo de Dios
solamcnrc de virtud, sino tambien de dig-
supra Cap.
vur.
12.
en
las
tinieblas ex-
nidad
y
autoridad ;
y
últimamente
~ede t~iores.
a
Lrifr.xx.16.
Marc. x .
J T.
Luc.XIII.
JO.
C A PI TUL O X X.
Declara ei S etior por medio de una parábola lo que dixo en el último ver-
•
sl:ulo del capitulo
precedent~.
L legando
ce~·ca
de Jerusalem explica a
sus discfpulos las circunsta11cins de su Muerte
y
de su R esurreccion. A
la pretension de la madre de los hijos de Zebedéo responde con admim–
ble doflrina , euseiiá11dolos a humillarse ,
y
a que sirvan mas bien
,
que
pretendan ser se•·vidos. Cura a dos ciegos junto a
Ja~·icó.
1
Simile est regnum Cae–
lorum homini patrifamilias, qui
·exiit primo mane conducea;o ope–
rarlos in vineam suam.
2
Conventione aute¡n faél:a
cum operariis ex denario diur–
no , misit eos in vineam suam
3 Et egressus
c~ca
ho–
ram tertiam , vidit allos stan-
I
S emejante· es el Reyno de•
los Cielos' a un hombre Padre de
familias, que sa'!ió muy de maña–
na a ajustar 'obreros para su viña.
2
Y habiendo concertado
3
con los peones darles un den,._
rio por dia, enviólos a su viña.
3 Y salió cerca de la hora de
tercia • , y vió otros en el merca-
•
.
~
x
T. Gr.
óp.~7«
yJe
f.;1v,
porque
seme–
}mzte es.
Laconjuncion
:r«e,
que se
encuen~
tr.l.
en
el
texto Griego; da
a
cntender,que
esta parábol:i es
una
cxposicion de la sen–
tencia que se halla en el
último
versículo
dcf capirulo precedente.
•
:
~~: ~e;ífaa:~
a7Jmencia.
;;
4
l os Judíos dividian el dia natural
en
ocho partes ,
de las
quales aplicab:m
quatro al dia ,
y
.prras
quatro a la
noche.
Las
de la'fchc se
llamaban
vigilias
,
y
las del
di
oras.
La hora
de
prima
co-.
menzaba
.salir
del
Sol ,
y
continuaba
hasta las nueve de la mañana. La de
ter–
cia ,
desde
las nueve basta
el medio dia.
.