CAPITULO XVIII.
ros
3r Videntes autem conservi
3 r Viendo los otros siervos
eius quae fieba nt, contristati sunt
sus compañeros Jo que pasaba,
valde : et venerunt, et narrave- entristeciéronse mucho :
y
fue-
runt domino suo omnia quae fa- ron a contar a su señor todo Jo
éta fuerant.
que había sucedido.
32 Tune vocavit illum do-
32 E ntónces Jlamóle su se-
minus suus , et ait
illi :
Serve
ñor,
y
díxole: Siervo
mal~a
nequam , omne debitum dimisi
la deuda te
p~
yo,
~e
tibi , quoniam rogasti me:
hííiíi
me lo rogasr:--
33 ¿Nonne ergo oportuit ef!'
33 ¿Pues no debías tú tam-
te misereri conservi tui , sicut
bien tener compasion de tu com-
et ego tui misertus sum? •
p: ñero, así como yo la tuve de tí?
34 E t iratus dominus eius
34 Y enojado su señor le
tradidit eum tortoribus , quoad- hizo entregar a los verdugos,
usque redderet universum i!ebi- 1-,asta que pagó todo lo que de-
tum.
bia '.
35 Sic et Pater meus caele-
35 Del mismomodo hará tam-
stis facie t vobis , si non remi-
hien a vosotros miPadrecelestial,
seritis unusquisque fratrl suo de
sino perdonareis de vuestros co-
cordlbus vestris.
razones cada uno a su hermano '•
1
Con las penas establecidas por De–
recho.
.,
T . Gr.
TC
;mec:o:?r1<ll,ua.m.
c:o:~T~,,
sus
caidas
,
deslices.
Estas palabras no se ha–
llan en nuestra Vulgata. El mismo Señor
explica el verdadero senrido de esta pará–
bola que propone: Vosotros , dice, te–
neis contraidas infinitas deudas con mi Pa–
dre Celestial , que a manos lle,.Q,as os ha
colmado de todas sus gracias
y
~neficios,
a que habcis correspondido siempre con
la
mayor
i~gratitud
;
y
os pide Solamen–
te que perdoneis de corazon a vuestros
llCrmanos las pequeñas injurias
y
ofensas
que os hicicre11.
SI
con este conocimiento
no quereis obedecerle
,
y
no perdon.tis
a..
vuestros próximos , ¿cómo csperais que os•
tratará en
el
dia terrible
de
la cuenta?
Terrible sentencia, exclama
SAN GERÓ–
NYMO;
pero ella debe estimularnos
a que
depongamos todo
11
rescntimienro
y
me–
moria de las ofensas
que
nos hicieren.
C A P I T U L O X IX.
•
Ense~ia
el
Se~ior
que es indisoluble el lazo del matrimonio
,
y que solo
bay una causa para la sepm·acion o.¡livorcio. Otra vez vuel'l!e a po–
ner a los niños por exemplo de los que ba11 de entrar en el Cielo.
Enseria quál es el camino para ir al Cielo
,
y el
~e
la perfeccion;
y qué irppedimento tan grande son las riquezas para lo uno y para
lo on·o. Concluye diciendo el premio i11comparable que te11drán lO$
que por stt nombre dexaren .todas las cosas.
•
1
E
e faél:um est, cum con-
1
f
quando Jesus hubo aca:
summasset Iesus sermones istos,
bado de decir estas palabras, fué-
Tom.
l.
O
•
.