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-121-

.

En

dtra ocasion comunicó el mismo Rejidor al Siervo.dé

Dios~

que pensnba comprar una capillo, entierro y asiento en Ja

Jglesm de .N uestra Señora de las Mercedes de esta ciudad.

Contestole Fray Martin, compre el asiento mas no el elhierro

porque ac¡ui (señalandole el suelo de su · celda) nes han de

ert~

te¡rar á los dos. Cumplidos dos años, murió el Siervo de Dios

y

pasados diez

y

seis <le su muerte, resolvieron los relijiosds

qu~

se fabricase una capilla en su misma celda, para que se trasla–

dasen

á

ella sus venerandas cenizas: y sabiendo e'I

P.

M, Fray

Gaspar Saldaña actual Preladó del convento grande, la estrecha

amistad que había tenido el Rajidor Figueroa con Fray. Martin,

le participó lo resuelto por la comunidad, y le ofreció el Patro–

nato y entierro en la capilla para él y sus herederos. Conoció

al instante eLcumplimie'.llto de la profecía, publicandola por to–

cias partes; agradeció la oferta del Prelado,

y

mandó que se

dies.e principio

a

la obra, costoandola con su dinero. Concluida

la capilla con la boveda que babia construido el Rejidor,

fué

se–

pultado en ella luego que murió,

y

habiendose trasladado poste–

riormente

á

dicha capill<i

á

Fray Martin, se le enterró al lado

de su amigo, como lo babia predicho.

Habiendo vénido <i!él puerto del Callao á

1<1

cii¡dad, Da.

Bernarda de Sierra con1un hijo muy enfermo, que era el mayor

de cinco que tenia, encargó

íi

Fray

Ma~tin

q_ue

rogase á Dios

para qued e eoncediese la salud. C.ontestole,.'Jque lo ha611, pero

" que supiese era voluntad de Dios por sus Cilcultos

juicio~,

el

" que muriesen cuatro de

~us

hijos, y que solo ae conservase

D.

" Pedro Quijan.o el menor de ellos." .Dentró de muy pQCos dias

murieron -los cuatrn, y solo queaó á la señora

d

¡efendo Quijano,

Siend0. rclijioso lego el P. Fray Fernando Ai'ogones,

sufrió una humillucion del Prelado, la que le molestó sobrema–

nera. Y pareciendole que si fuera Sacerdote, lo trataría con mas

consideracion, meditaba los medios c'on que podría ser elevado

al Sacerdocio. Pensando en esto,

entró

á ·su celda Fray Martin,

'J

le dijo: "bPor qué está tan triste?" "Consuelese, de a4ui á 'ca–

" torce años cesarán los moti vos que Je aflijen." Replicole el

Padre:I "l!:so será porque ya entonces habré muerto." "No será

¡;

por eso, sino porque el Hermano desea tener corona, y enton·

" ces lo conseguirá, mas cuando vuelva no me. hallará en este

" ll'lundo.'' Asi se verificó, puesrcumplidas,catorce

liiios,

füe Qr–

den11do de presbitero Fray Fernando en Santiago de Chile,

'f

cuando volvió á Lima, habia muerto Fray Martín.

Hallandosc este mismo Padre Fray Fernando Arngones

moribcuido de dolor de costado, y

tan

proximo·ú

la·

muerte, que.

lG