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-127-

iídad de Fray Martiu,

y

pasados muchos aiios, declaró el mismo

este caso q11e consta del sumario. [a]

Cuando el Señor Don

F.

Cipriano era Corista,

fué

con

otros de su_ edad, un_a _!a rel e despues de vispcras

á

Ja ccid: de

Fray Martm, y le pidieron que les diese una merienda. Re–

cibiólos con agasajo,

y

les dijo que se esp!)rasen, mientras les

p_r_epara~~

lo que apetecian.

Los Coristas con la inquietud de

ninos, rejtstraron la celda, abrierou 'un cajon donde había alguna

fruta, y la comie_ron. Uno de ellos vió tambien un peso

de

plata, que no habian reparado sus compañeros, y sin que estos lo

ad.virtiesen, sacó el peso,

y

lo ocultó dentro de su zapato. Vol–

v10

Fray l\fartm eon muchas golosinas,

y

dandolas

á

los coris–

tas, les dtjo: "Ea hijos, marend11d: hicisteis bien de comer la

,,frnta, pues era para vosotros," Volvióse luego al Corista que

habia sacado el peso, y hablóle en estos términos: "Poned aquí

,, el peso que tomasteis, ptles no es vuestro y tieAe dueño."

Quedaron todos sorprendidos; pero negó el corista haber toma–

do la plata.

Sonriuse

el

Siervo de Dios,

y

J,e

dijo: ." Sacad el

,, peso del zapato, que no está bien ahí la Cruz de J esu-Cristo."

No pudo resirtir mas el relijioso, y sacó inmediatamente él peso,

lo que asombró á todos como era regular.

Pidió un seglar enfermo á Fray Martín, que lo sangrase

en su celda.

Hiz@lo nsi caritativamente,

y

habiendo salido

afuera un rato, viendose solo el sangrado, tomó unas sabanas,

y

[a] ' El P. Melendez en el tercer tomo de su obra titulada,

Tesol'Os ve1·daderos. de las Indias, hablanrln del do.n

de

profecia

concedido

á

Fray Martin, dice que la carta

fué d

irijida

á

Fr~y

Juan Gomez, relijioso lego del convento

gra"

ll.de

de

.San.

Francis–

co, cuya ejemplarisima vida se lee en la Ornnic" de d1c/1a Orden

Franciscana en el P erú. Sin duda

se

equfoocó el co1'responsal

de,l Padre Melendez,.cuando este imprímia su obra

e~

R oma; y

como esta se publicó en el a·ñc

I ü82,

y

la Declaracion yudic1al del

mismo conductor de la cai·ta,fué hecha en

1686,

cuando tendría

mas de sesenta años rle edad,

y

habiendo co,.rido cuarenta

y

siete

despues de muerto Fray Mai·tin; es evidente que el ye>TO del pa–

dre Melendez

fué

ocasionado,del que le comunicó este suceso.

Y

pai·a que no pueda dudarse de

la

persona

a

quien escribió la

carta, debo decir teniendo

á

la vista dicha Declaracion,

q~

cua–

tro .veces nomb1·a en ella el declarante,

á

Fray Juan. Masias, i·e–

lijioso de la Recoleta Dominicana, añadiendo que los dos con–

ventos el del Rosario

y

el ile Za R ecoleta,

estrm

~n

una

misma

direccion del Se-¡¡tentrion al Medio

dia.